Argentina experimenta, en menor o mayor medida, signos de recuperación económica luego del periodo de Mauricio Macri en la presidencia y la posterior pandemia de coronavirus que azotó al país y gran parte del mundo.
Para sostener la afirmación, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer un informe en el que proyecta un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 3,6% para 2022, es decir, 1,1 punto más que el estimado anterior, llevado a cabo en el mes de diciembre de 2021. Cabe destacar que, a nivel global, el análisis advierte una contracción de 4,5 a 3% como consecuencia, principalmente, del conflicto bélico en Ucrania. «La invasión de Rusia en Ucrania inmediatamente ralentizó la recuperación de la pandemia de COVID-19 y provocó que la economía global se embarque en un camino de menor crecimiento y mayor inflación», detalla el documento.
Asimismo, para el próximo año, OCDE proyecta un crecimiento de 1,9% para la Argentina, por «el reciente acuerdo con acreedores externos», que «disminuirá la incertidumbre y ayudará a reducir gradualmente los desequilibrios macroeconómicos de larga data». De todas maneras, advierten sobre la inflación (especulan que ronde el 58%), «los controles de cambio, las bajas reservas y el margen fiscal limitado», además de que «los salarios reales siguen por debajo de los niveles de 2019» como problemas para nuestro país y su desarrollo económico.
Por el contrario, el organismo destacó la «recuperación total del empleo respecto de la pandemia» y exportaciones «sólidas, con altos precios de commodities». Al volver sobre un tema que se encuentra en agenda permanente en la sociedad argentina, los índices inflacionarios, OCDE sostiene que «la persistencia de los problemas en las cadenas de suministro y de mayores incrementos en los precios de la energía y los alimentos provocarán que la misma persista en niveles altos por más tiempo de lo esperado y alcanzando niveles no vistos desde los 70′ en algunas economías avanzadas».
Finalmente, en lo que respecta a Sudamérica, Colombia es el único país con mejores previsiones para el futuro, con un crecimiento estimado de 6,1%. En el otro extremo del diagnóstico se ubican Chile y Brasil, con 0,1% y 0,6%.
