Octavos sin sorpresas

Este miércoles finalizaron los octavos de final de la Copa Mundial de Fútbol Femenino de la FIFA. Las selecciones europeas siguen dominando la escena, y es Estados Unidos la única que no es del Viejo Continente que sigue en pie.

El último en clasificar fue Holanda, en un entretenido partido ante Japón, que lo había eliminado en el Mundial anterior. La figura del encuentro no fue otra que Lieke Martens, la jugadora del Barcelona, única holandesa en marcar en dos Copas del Mundo y que, además, lleva seis goles convertidos a Japón. En la primera anotación demostró toda su calidad: a los 17 minutos, tras un tiro de esquina, aprovechó que la pelota le quedó de espaldas para marcar el 1-0 con un taco que pasó por debajo de las piernas de Yuika Sagasawa. A fines del primer tiempo, Yui Hasegawa marcó el empate y Japón empezó a acercarse al arco rival. Esto continuó durante la mayor parte de la segunda etapa, al punto de hacer que se destaque la actuación de la arquera holandesa Sari Van Veenendaal. La intensidad del partido no bajó, hubo llegadas de ambos equipos y a los 87′ un remate de Vivianne Miedema pegó, sin intención, en el brazo de Saki Kumagai. La árbitra Melissa Borjas cobró penal (el número 23 del torneo) y Lieke Martens lo convirtió en gol, para sellar el 2-1 que hizo que Holanda pase a cuartos de final.

El sábado 29 de junio a las 10 horas en el Estadio du Hainaut de Valenciennes, las últimas campeonas de Europa se enfrentarán a Italia. La Azzurra derrotó por 2-0 al otro equipo asiático que había llegado a octavos, China. El equipo revelación de la Copa (no era un favorito y en fase de grupos quedó primero por encima de Australia y Brasil) tenía enfrente a uno de los «históricos» que, por primera vez desde que se creó el Mundial, no pasó a cuartos de final.

Fue un partido de igual a igual, pese al resultado. A los 15 minutos se puso arriba Italia con el gol de Valentina Giacinti. China no se quedó atrás y siguió atacando, pero Laura Giuliani pudo mantener el arco en cero. A comienzos del segundo tiempo, la recién ingresada Aurora Galli definió el duelo para estampar el 2-0.

En ese mismo lado de la llave están Alemania y Suecia, cuyo partido será el sábado 29 de junio a la 13:30 horas en Roazhon Park de Rennes. Las primeras golearon 3-0 a Nigeria en el partido que abrió los octavos de final. Los goles fueron de Alexandra Popp, Sara Däbritz (de penal) y Lea Schüller para que Alemania clasifique por octava vez a cuartos de final.

Por su parte, Suecia derrotó por la mínima a Canadá en uno de los encuentros más igualados de octavos de final. Stina Blackstemius marcó el 1-0 a los 55 minutos. Canadá tuvo la chance de empatarlo tan solo 13 minutos después cuando una mano de Kosovare Asllani se convirtió en penal. Christine Sinclair, la más experimentada del equipo, decidió que patee Janine Beckie porque Hedvig Lindahl le había atajado uno en la Copa Algarve. Sin embargo, la estrategia no sirvió porque la guardameta sueca volvió a parar el penal de Canadá.

En el otro lado de la llave, Noruega y Australia cerraron el sábado 22 con la única definición por penales en la Copa. En un partido parejo, las Matildas mantuvieron el control de la pelota y las nórdicas intentaban mediante el contraataque. Isabell Herlovsen hizo el 1-0 para Noruega. Elise Kellond-Knight marcó el empate con el segundo gol olímpico en la historia de los mundiales (el primero fue de Helen Stoumbos de Canadá contra Inglaterra en la Copa del Mundo de 1995). En los penales, Graham Hansen, Guro Reiten, Maren Mjelde e Ingrid Engen convirtieron los suyos para Noruega; mientras que en Australia, Stephanie Catley metió uno, el de Sam Kerr se fue desviado e Ingrid Hjelmseth le atajó el suyo a Emily Gletnik. Con este 4-1 en penales, Noruega vuelve a estar entre los ocho mejores tras doce años. En cuartos se enfrentará a Inglaterra, que las dejó afuera en el Mundial 2015.

Las Leonas pasaron a la siguiente etapa tras derrotar por 3-0 a Camerún en un partido raro y polémico en el que el VAR, una vez más, generó controversias. El primer gol lo marcó Stephanie Houghton, a los quince minutos, tras un tiro libre indirecto en el área camerunés. La segunda anotación de Ellen White fue el comienzo de los problemas. En un principio había sido anulado, pero la árbitra Liang Qin lo terminó cobrando con ayuda del VAR. Esto generó quejas en Camerún, cuyas jugadoras estuvieron dos minutos paradas en mitad de cancha, como si no quisieran continuar el partido. Esto se exacerbó cuando, apenas comenzada la segunda parte, un avance de Gabrielle Onguene por izquierda culminó en un gol de Ajara Nchout, que el VAR terminó anulando por offside de Onguene. Esto terminó de sacar del partido al equipo africano que volvió a demorar el encuentro, casi negándose a seguir jugando, al punto de tener que ser convencidas por su entrenador Alain Djeunfa de continuar. Luego, Alex Greenwood fue quien marcó el 3-0 definitivo.

Francia y Brasil llevaron a cabo el partido más intenso de esta fase, que recién se definió en tiempo extra. Las locales se habían puesto en ventaja a los 55 minutos con un gol de Valerie Gavin. A los 66′ llegó el empate brasileño convertido por Thaisa. El tiempo extra fue un ida y vuelta entre ambos equipos, que podría haber terminado con una victoria de cualquier lado, pero que finalmente se le terminó por dar a Francia gracias a Amandine Henry, que hizo el 2-1.

Esta derrota debería significar un cambio en Brasil, que es la segunda vez consecutiva que se queda afuera de un Mundial en octavos de final. No solo tendrán que mejorar en lo organizativo de su país sino que, además, atraviesan un recambio generacional en la selección, porque jugadoras como Cristiane (34), Formiga (40) y Marta (33) asisten a su última Copa del Mundo.

En ese sentido se encuentra lo que dijo Marta post partido: «La gente tiene que llorar al comienzo para sonreír al final. Cuando digo eso es querer más, entrenar más. Es estar lista para jugar noventa minutos, treinta minutos más de lo que dura el juego. Y eso es lo que les digo a las niñas, no vas a tener a Marta para siempre, no vas a tener a Cristiane. Y el fútbol femenino depende de ustedes para sobrevivir, entonces piensen en eso, valoren más. Lloren en el inicio para sonreír al final».

España le jugó de par a par al campeón del mundo, Estados Unidos, pero no pudo evitar la eliminación. Tan solo a los siete minutos Megan Rapinoe convirtió un penal para el 1-0, en lo que podría haber sido un golpe fuerte para España. Sin embargo, tan solo dos minutos después, Jennifer Hermoso aprovechó un error de la defensa estadounidense para marcar el empate con una vaselina por encima de Alyssa Naeher. Fue el primer gol que le hicieron a Estados Unidos en este Mundial. Les costaba a las norteamericanas llegar al arco de Sandra Paños, pero Rapinoe pudo aprovechar el segundo penal que cobró Katalin Kulcsar para hacer el 2-1 definitivo.

La delantera del Seattle Reign FC generó controversia tras el partido por sus dichos sobre Donald Trump, cuando aclaró que no iría a la Casa Blanca, si llegaran a salir campeonas. El presidente le dedicó un tweet amenazante a ella, diciendo que va a invitar al equipo ganen o pierdan y que ella no debería faltarle el respeto al país, la Casa Blanca o a su bandera, especialmente cuando tanto «se ha hecho por ella y por el equipo». No es la única causa que es abanderada por Rapinoe, ya que es una de las jugadoras, junto a Alex Morgan (que en su momento también dijo que no iría si la invita Trump) que está peleando por la igualdad de pago en su selección. Además, en 2016 fue una de las deportistas que se solidarizó con Colin Kaepernick y se arrodilló durante el himno.

Estados Unidos se enfrentará a Francia el viernes 28 de junio a las 16 horas en el partido más interesante de los cuartos de final. Es uno de los dos encuentros que tienen dos entrenadoras mujeres, Jill Ellis y Corinne Diacre. Las otras directoras técnicas que siguen en el Mundial son las de Italia (Milena Bertolini), Holanda (Sarina Wiegman) y Alemania (Martina Voss-Tecklenburg). Antes eran nueve de un total de 24 países, ahora quedan cinco mujeres entrenadoras entre las ocho mejores naciones.