Este viernes, el Sevilla (con varios argentinos) le ganó 4-2 a Granada para volver a la victoria después de cuatro partidos, y así seguir prendidos en la lucha por LaLiga.
El partido para Sevilla fue complicado desde el resultado, al igual que lo es en la mayoría de sus últimos encuentros. En esta oportunidad, Granada se puso adelante con un gol de Darwin Machís en el minuto 23, lo que provocó un malestar en el Sánchez-Pizjuán, ya que los aficionados veían a su equipo, otra vez, en una situación de desventaja. A todo esto, Alejandro «Papu» Gómez, ya recuperado de su lesión y ausente durante esta mala racha del conjunto español, esperaba en el banco de suplentes su oportunidad para jugar. Nueve minutos más tarde, Diego Carlos, de cabeza, marcó el empate parcial para Sevilla y así se fueron al descanso. Lucas Ocampos fue el único argentino que jugó desde el inicio, mientras que Erik Lamela y Gómez estuvieron en el banco de suplentes e ingresaron en el minuto 46’ y 69’, respectivamente. Los defensores Gonzalo Montiel y Marcos acuña no formaron parte del juego por acumulación de amarillas el primero y por lesión el segundo.
A los 66’, justo antes del ingreso del ‘’Papu’’, Lucas Ocampos puso en ventaja a Sevilla gambeteando al arquero dentro del área chica y rematando con fuerza. Desde ahí en adelante, gracias al ingreso de los argentinos, el conjunto sevillano enseñó un buen fútbol que le permitió marcar otro gol, a través de Rafa Mir, pero fue anulado por el VAR. Muy cerca del final del partido, todo se derrumbaba de nuevo porque a los 88’ Víctor Díaz, de cabeza desde un tiro de esquina, conseguía el agónico empate como visitante para Granada.
Sin embargo, esto no fue todo, porque en tiempo de descuento Sevilla hizo aquello que parecía imposible: dio vuelta el resultado con un gol, ahora legítimo, de Rafa Mir en el minuto 93 y luego, para cerrar la increíble jornada, Alejandro Gómez marcó el cuarto y último gol para sellar la victoria que tan esquiva se le hacía al club andaluz.
