Electoralmente, es el distrito más codiciado. Un triunfo puede fortalecer hasta lo impensado o dar vuelta una elección. La provincia de Buenos Aires es eso, con casi un 40% de los electores del país.
A nivel partidos, el Frente para la Victoria llegó al 40,3% de los votos, seguido de Cambiemos con 29,4. Felipe Solá, de UNA, quedó tercero con 19,6 por ciento. También podrán participar en las generales de octubre Jaime Linares (del Frente Progresistas) y Néstor Pitrola (del Frente de Izquierda y los Trabajadores -FIT-), quienes superaron el piso del 1,5% y dirimirán quién es el sucesor de Daniel Scioli.
Fuera de la contienda quedaron Enrique D’Onofrio, de Compromiso Federal, que a nivel nacional candidatea a Adolfo Rodríguez Saá para presidente y que llegó al 0,99% de los votos. Vilma Ripoll, del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), obtuvo un 0,58%, mientras que el dirigente de la CTA, Rodolfo «Fito» Aguirre (candidato de Alianza Frente Popular) alcanzó el 0,56%. Héctor Herbeling, del Movimiento al Socialismo, y Manuel Bertoldi, postulante de Patria Grande, alcanzaron el 0,49 y 0,40 de los votos, por lo que tampoco participarán de los comicios en octubre.
A nivel candidatos, María Eugenia Vidal (Cambiemos) resultó la más votada, ya que era lista única. Por el contrario, en la interna más esperada y que tuvo ribetes de violencia y acusaciones cruzadas, Aníbal Fernández se quedó con la postulación del Frente para la Victoria. El jefe de Gabinete superó a Julián Domínguez por dos puntos.
«Cambiemos tiene mucho para crecer»
La ganadora a nivel individual, María Eugenia Vidal, consideró que el frente Cambiemos «tiene mucho para crecer de cara a octubre» y señaló sobre la oposición que ellos «no están en su techo y el oficialismo sí». Además, consideró que la ventaja individual que le sacó a los precandidatos del Frente para la Victoria Aníbal Fernández y Julián Domínguez significa que «la gente de verdad quiere algo distinto en la provincia».
«El oficialismo está en su techo, no llegó al 40 por ciento o más que pretendía. No pudo alcanzarlo», dijo Vidal y aseguró que su espacio puede fortalecerse a nivel nacional. «Está claro que estamos yendo a un escenario donde habrá balotaje, que no haya primera vuelta y nada más y eso nos entusiasma», remarcó.
Por otra pare, la postulante de Cambiemos se quejó de que «la carga de datos de la provincia de Buenos Aires fue muy lenta» y reiteró las denuncias de varios dirigentes de su espacio por el robo o faltante de boletas que se registró durante el comicio en sitios de votación, en particular en el Gran Buenos Aires.
Lentitud en el escrutinio
Por su parte, el jefe de Gabinete y candidato a gobernador por el FpV, Aníbal Fernández, cuestionó la lentitud de escrutinio y señaló que «nunca sucedió así». «Es una barbaridad el escrutinio tan lento, nunca sucedió algo así», afirmó el funcionario aunque aclaró que hablará del sistema electoral «cuando sea oportuno y conveniente, no me hagan tomar la sopa de Durán Barba», al considerar que el asesor macrista es el impulsor de los pedidos de la oposición para reclamar el voto electrónico.
Con relación a las PASO presidenciales, Fernández afirmó que los números obtenidos por Daniel Scioli «son lo que nosotros creíamos que íbamos a obtener» y, si bien admitió que María Eugenia Vidal, la postulante de Cambiemos en Provincia «no es una mala candidata», sentenció que «está yendo hacia el techo que tiene su fuerza».
Fernández también destacó los resultados de la alianza UNA (Massa-De la Sota) y sostuvo que «no existe la polarización que existía en otro momento», y que esto será objeto de análisis «no solo en sus propias filas sino también en las nuestras».
Respecto de las denuncias de robo de boletas, el jefe de Gabinete señaló que «pudo haber pasado en algunos lugares», pero que se solucionaba «rápidamente» con la presencia de los fiscales. En ese sentido, remarcó el hecho de que el FpV tuviera un «ejército de 33 mil fiscales» y la importancia de su tarea «para la garantía de la participación y el trabajo serio y responsable».
