Pez por primera vez en Obras

En una carrera con más de 20 años de historia y con 20 discos publicados, una banda como Pez que jamás dio a brazo a torcer en cuanto a la demagogia y siempre fueron en pos del arte poniendo la idea artística por delante, llegan por primera vez a un lugar sagrado dentro de la historia del rock argentino como lo es el Estadio de Obras Sanitarias.

Es maravilloso cuando la llegada de una banda a un lugar establecido y dentro del mainstream es realmente genuina y de tracción a sangre, donde se demuestra que detrás de lo vendible hay un sostén artístico muy grande, y Pez es uno de los ejemplos. Es por eso que hablamos con su líder y mentor Ariel Minimal, que nos contó cómo llega la banda a este momento de su carrera.

¿Llegar a Obras después de un año de pandemia te cambia la percepción en cuanto a la concepción de lo que es llegar hacer un Obras?

«Puede ser… tratamos de abstraernos de la ‘situación Obras’ y enfocarnos en armar un show abarcativo de nuestra historia. De pendejo vi unos shows increíbles en ese estadio y estamos trabajando arduamente para dar un concierto a la altura de esos recuerdos que tengo.»

¿Cuál es el secreto para sobrevivir 27 años para una banda como Pez, que en su lírica nunca se vio enmarcada por el contexto socio político del momento y nunca fue a la demagogia?

«Supongo que amar lo que hacemos. Querernos, entendernos, apoyarnos. Son muchos años ya… somos una hermosa familia disfuncional que sabe que todo es difícil pero nada es imposible. Un par de nosotros ya pasamos los 50 años y siempre vivimos este país mega polarizado que, cada vez que da un paso para adelante, luego da dos para atrás. Tenemos esa experiencia sobre el lomo y no es poca cosa.»

Una cosa es ser músico y artista y otra ser amante de la música, y sos las dos, porque también sos un gran coleccionista de vinilos y romántico. Ese hecho de ser melómano y de la data, ¿le da un plus extra a uno como músico y artista en su concepto?

«Supongo que te da un conocimiento, saber qué hubo antes. Somos, claramente, la mezcla de todo lo que escuchamos tamizada con nuestra propia experiencia e impronta. No nacimos de un repollo, musicalmente hablando. Me gusta pensarnos como un eslabón más en esta larga cadena que es el rocanrol.»

¿Todo lo que ocurrió con la pandemia y tener un año donde prácticamente se paró el mundo, hizo que te replantearas en cuanto al concepto lírico de Pez?

«Nunca me planteo o replanteo nada al momento de componer… es casi siempre una situación impulsiva, no suena muy bonito, pero para mí es como ‘vomitar ideas’.»

¿Estar en una banda del mainstream en los 90′ como Los Fabulosos Cadillacs te dio un plus extra a nivel espiritual y artístico cuando simultáneamente recién estabas comenzando con la historia de Pez?

«No necesariamente, me dio un respaldo económico para empezar una rueda de ediciones autogestionadas que continúa hasta el día de hoy y también me dio la experiencia de las giras, los grandes escenarios y la rosca humana en los grupos humanos.»

Hace poco te escuché decir que si había canciones de Pez que no coincidieran con tu manera de pensar de hoy en día, directamente no las harías pero que en Pez eso no sucede. ¿Cómo hacés para que con tanta trayectoria y 20 discos publicados -donde uno obviamente fue cambiando y creciendo- haya igualmente una coincidencia?

«Porque siempre fui sincero al componer, nunca me disfracé de algo que no era. Y, si bien uno cambia con los años y la experiencia, tampoco cambia tanto, ¿no?»

En tiempos de random y donde las batallas de géneros, por lo menos acá en Argentina, finalmente ya se han caído y todo se resume en solamente música, siendo un gran amante de la música y que nunca se cerró en ningún estilo, ¿pensás que Pez es una banda también muy bien adaptada a estos tiempos de tanta eclecticidad musical?

«No sé si somos tan eclécticos como nos pintan. El rock es algo grande y elástico. Muchas cosas diferentes son consideradas rock. Entonces, dentro de ese marco, tenemos espacio para movernos. Siempre desde una formación rockera, nos acercamos al tango o al folklore… pero no a mucho más que eso.»