Este viernes tuvo lugar la segunda ronda del PGA Championship en el Southern Hills Country Club en Tulsa, Oklahoma, y pasaron varias cosas.
El grupo que salió a la mañana tuvo dos grandes protagonistas con destinos totalmente opuestos. El primero de ellos fue Justin Thomas que, tras firmar una tarjeta de 67 golpes, igual que en la primera ronda, consiguió posicionarse como único líder del torneo con un score general de seis bajo el par. Al menos hasta que el grupo de la tarde saliera a jugar.
Scottie Sheffler, que había tenido un final de vuelta bastante malo el jueves, no pudo cambiar sus sensaciones en el campo y solo consiguió hacer un birdie a lo largo de los 18 hoyos, con cuatro bogeys y un doble bogey para terminar +5 en el día y +6 en el campeonato. El corte para el fin de semana está entre +3 y +4, así que el ganador del Masters se despidió del certamen.
En el grupo de la tarde, hubo varios jugadores que se acercaron a la parte alta de la tabla de posiciones haciendo rondas impresionantes, y entre ellos está Bubba Watson, que igualó el récord de campo en 63 golpes y se deja en una posición interesante de cara al fin de semana y, además, es un jugador que ya ganó esta clase de torneos.
Otro jugador que estuvo cerca de aquel récord fue Mito Pereira, de Chile, pero al final firmó un 64. Más allá de eso, tiene todo para festejar porque esos 64 golpes (7 birdies y un bogey) lo pusieron en la punta del campeonato. Posteriormente, Will Zalatoris lo pasó en el hoyo 17 y terminó con un golpe por encima del chileno (-9 y -8).
Por su parte Rory Mcllroy, que había terminado la primera ronda en el primer lugar, tuvo un día discreto que le alcanzó para mantenerse en la contienda perdiendo un golpe con respecto a lo conseguido el día anterior (-4).
La ventaja que poseen jugadores como Bubba, Rory y Thomas sobre otros como Pereira y Zalatoris es que ellos ya ganaron en el pasado grandes competencias y pueden liderar, de manera comprobada, con la presión de cerrar en los últimos hoyos.