Recopa Sudamericana: una final con todo

La final por el partido de vuelta entre el campeón de la Copa Libertadores 2013 y el vencedor de la Copa Sudamericana 2013 enfrentó al Atlético Mineiro y Lanús, respectivamente. En el juego de ida los brasileros triunfaron de visitante por 1-0, por lo que el conjunto argentino debía salir a la cancha en Belo Horizonte con la necesidad y la urgencia de conseguir una victoria para contar con chances de ser campeón. Vale recordar que solamente la diferencia de gol es la cuenta, por lo que de vencer el equipo Granate por la mínima, se jugaría tiempo extra y, de persistir la igualdad, se definiría todo desde los tiros desde el punto penal.
Con estos ingredientes, los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto hicieron un planteo ideal y sobrepasaron durante todo el juego a los locales. Pero, pese a la superioridad en el campo de juego, los que arrancaron ganando fueron los Galos. A los 6 minutos el árbitro uruguayo Roberto Silvera (de pobre actuación) cobró un penal y, de esta forma, Mineiro empezó arriba en el marcador por la definición suave de Diego Tardelli (quien llegó a los 100 goles) al palo derecho de Agustín Marchesín, que se arrojó hacia el otro lado.
Precisamente, el responsable de la falta había sido Víctor Ayala, que se hizo cargo de igualar el partido y poner el juego 1-1 apenas tres minutos más tarde de la apertura del tanteador. Y cuando iban 26′, el propio Ayala lanzó un centro bajo desde la izquierda y, luego de unos rebotes, Santiago Silva empujó el balón hacia la red. Antes que finalice el primer tiempo llegó el 2-2 desde el pie de Maicosuel, que la tocó después de recibir un centro bajo que lanzó Marcos Rocha proveniente desde la banda derecha muy cercano hacia el medio del arco de Marchesín.
El resultado no era suficiente para Lanús y, por este motivo, el segundo tiempo nos brindó lo mejor del equipo argentino. Claramente superior y dominante, faltaba el gol para estirar las esperanzas. Y este llegó con el último respiro. A los 94′, en la jugada final, Diego González tiró un centro desde la izquierda y Silva cabeceó solo frente al arco, pero el gran portero Víctor la detuvo, no pudo retener y entró con todo Lautaro Acosta para meter el 3-2.
Así que ambos irían a tiempo suplementario y, desde el inicio, el juego se equilibró como no había pasado antes. El partido se volvió más dinámico y los dos equipos contaron con avances. Cuando se jugaban 103′ Luan se metió hasta el fondo por la izquierda y tiró el centro, pero la pelota le dio en el pecho a Gustavo Gómez y se coló en el arco de Marchesín. Finalmente, cuando corrían 112 minutos se derrumbó toda esperanza Granate cuando un pase de cabeza hacia el arquero por parte de Ayala terminó en el 3-4 por errores del defensor, que la lanzó demasiado alta, y el guardametas que se apresuró en acercarse al jugador.
Con el juego totalmente en contra y los nervios a flor de piel, Lanús se desdibujó y dejó atrás todo lo bueno que había hecho durante gran parte del partido. Incluso, para graficar la desesperación del equipo, Acosta se tuvo que ir expulsado por perder los estribos frente al mediocre arbitraje y repartir insultos y acusaciones.
De todas formas, el saldo para el visitante debe ser más que bueno. De mantener el nivel mostrado en esta final, Lanús va a encontrar más resultados positivos que derrotas futbolísticas y la Copa Suruga Bank, el 6 de agosto ante Kashiwa Reysol, puede ser la próxima oportunidad para demostrarlo. Atlético Mineiro, por su parte, se convirtió en el nuevo campeón de la Recopa Santander Sudamericana.