Luego de un largo debate y varios años de lucha por parte de músicos y referentes de la actividad musical, el año pasado se aprobó en el Senado la “Ley de la Música”, que gesta a su vez el Instituto Nacional de la Música (INAMU), que será el principal órgano de fomento de la actividad.
Y funcionará como ente público no estatal dentro de la Secretaría de Cultura de la Nación. Sus autoridades son Diego Boris, músico que desde hace años forma parte de Unión de Músicos Independientes (desde donde trabajan para fortalecer la autogestión en la música y mejorar sus condiciones). La subdirectora del Instituto es la reconocida cantante Celsa Mel Gowland. Además de ellos, el INAMU estará precedido por una Asamblea Federal conformada por representantes de todas las provincias y el Comité Representativo.
La financiación del Instituto será a través de la «Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual», desde donde se derivará el 2 por ciento de lo que recaude la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA).
Quienes estuvieron presentes en el acto fueron Hilda Lizarazu, Peteco Carabajal, Bruno Arias, Lito Vitale, Valentino Spinetta (hijo de Luis Alberto Spinetta), Fabián Matus (hijo de Mercedes Sosa) y Laura Cerati (hermana de Gustavo Cerati), entre otros artistas.
Al momento de la asunción, Boris expresó: “Nosotros nunca hubiésemos imaginado esto cuando un grupo de músicos, hace siete años, vinimos a la Casa Rosada a hablar de este proyecto, y que hoy esa ley se esté poniendo en función». Además, detalló que hubo varios momentos de emoción, como cuando en el Senado se votó por unanimidad la ley y, enfrente, se hizo un recital con músicos de distintas generaciones que tocaron en defensa de esta ley. Asimismo, contó otros detalles al respecto: «En esto hubo mucho trabajo, hubo algunos héroes anónimos, también hubo una decisión política. Creemos que en el futuro le vamos a contar a las generaciones que vienen que nosotros estuvimos construyendo el Instituto Nacional de la Música y está bueno que todos puedan disfrutar de esa herramienta y que las nuevas generaciones lo naturalicen como un derecho conquistado”.
Entre las tareas de las que se ocupará el INAMU, se destacan las siguientes actividades:
Habrá beneficios que servirán a las diferentes instancias de un proyecto musical, ya sea en la grabación, fabricación, edición y difusión de formatos profesionales.
A su vez, se otorgarán subsidios y créditos y se crearán circuitos estables de música en diferentes regiones del país, que integrarán instituciones públicas como privadas.
Otra novedad al respecto es que se brindará una mayor difusión a la música nacional en los medios y se conformará un circuito cultural en los que se integrarán diferentes expresiones musicales para que los sectores que no tienen acceso a ellas puedan acercarse y conocerlas.
Sumado a estas novedades, uno de los aspectos que se priorizarán es la formación integral de los músicos respecto a sus derechos intelectuales y laborales.
Y en sintonía con la integración del Instituto se crearán sedes, subsedes y delegaciones en diferentes puntos del país que realizarán un censo a los músicos que trabajan en las regiones y se creará una fonoteca de los trabajos realizados por ellos.
Con el fin de fomentar la integración y la unión de los músicos, se brindará información para alentar a que ellos se reúnan en asociaciones con personería jurídica en cada una de las provincias.
Sin lugar a dudas, el Instituto Nacional de la Música es un logro obtenido después de un largo tiempo de lucha, un nuevo espacio en donde los músicos serán parte de nuevas experiencias y conquistas.
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