«Telemarketers” te va a sorprender

«Detengan el tiempo que me quiero bajar.» ¿Cuántas veces, agobiado por el cansancio, las obligaciones y el trabajo no pensaste en esta frase? Sobre este aspecto de la vida reflexiona la obra «Telemarketers», donde tres personas inmersas en un mundo que constantemente exige rapidez, eficacia y estar en movimiento, se encuentran y tratan de sobrellevar la vida como pueden, enfrentan sus miedos, luchan por alcanzar sus sueños y se animan a cambiar su realidad.

TELEMARKETERS

Para conocer un poco más sobre esta puesta en escena pudimos charlar con su directora, Micaela Fariña, y con algunos de sus intérpretes: Gonzalo Quintana y José Luis Des Justo, quien también se desempeña como asistente de dirección.

La pregunta obligada, en este caso, es que nos cuenten de qué trata “Telemarketers”. Dicen que «la obra es más de lo que dice el título, que habla de ese mundillo pero no se encasilla en solo eso. El mundo del telemarketer funcionó, en un primer momento, como disparador por el cual estos tres seres estaban reunidos. En realidad, la obra trata del vínculo de tres personas que trabajan como telemarketers y cómo ellos se vinculan mediante el canto”.

Es una comedia musical donde la música es realizada por los propios actores, que traspasan diferentes etapas, frustraciones, problemas e inseguridades, pero que hábilmente nos cuentan su historia combinada con coreografías y canto. Su directora cuenta que“es reírse un poco del género pero tomado muy en serio, son tres telemarketers que cuando hablan de su vida personal o lo hacen respecto a algún otro se vinculan mediante el canto, lo cual es de alguna manera desopilante que exista gente que se comunica así”.

Cada uno tiene particularidades de su propio mundo, a medida que pasa la obra el público ve cómo se van mezclando y cómo van logrando sobrellevar algunas de las situaciones que se les presentan.

TELEMARKETERS

¿Cómo es la preparación de los actores para interpretar a esos personajes que exigen mucha entrega? Gonzalo Quintana cuenta que «trabajamos con el género musical pero no es una parodia, cantamos y hay una preparación previa en los ensayos y antes de cada función porque nos lo tomamos muy en serio, porque se intenta hacerlo de la mejor manera posible». En lo mismo coincide Jose Luis: «Sí, es cierto que requiere otro tipo de entrenamiento, porque estamos todo el tiempo en escena. Más que una dificultad te suma un universo de expresión y aún más cómo está planteada la obra: no hay banda sonora, los pies son nuestros, es a capella. Creo que esa es una de las cualidades que la hace muy particular. Primero porque no tiene banda sonora y, en segundo lugar, no hace parodia. Se va hacia algunas cuestiones que se reiteran del género y se las usa como pie para otras cosas, la clave está en el juego y la combinación de eso que se da a través de la improvisación, de la creación colectiva».

Sobre cómo recibe la obra el público, José Luis describe que se sorprenden. “Hay muchas partes que tienen que ver con cuestiones de precisión, hay mucha sincronización y creo que el espectador también está atento a ver en dónde fallamos”.

La directora, además, agrega que “no hay referencia, es impresionante ver la reacción de la gente cuando los ve cantar a los tres juntos. La idea es que la gente se vaya con la sensación de haber visto algo diferente”, y opina al respecto: “Yo creo que eso de que cada uno de los actores se va puliendo y van mejorando función tras función, el público lo nota. No son cantantes ni bailarines consagrados, entonces agradecen que una persona como uno pueda estar haciéndolo y divirtiéndose… pero haciéndolo bien, porque ves a tres personas que están jugando que en la lógica no deberían hacerlo”.

TELEMARKETERSDurante la entrevista detallaron que la idea de la obra se le ocurrió a los actores, que se conocieron en el taller de Lorena Vega y que es el resultado de un proceso creativo colectivo.

La recomendación es que no te pierdas la obra, ya que te vas a sorprender. Y que puedas asistir a la última función este viernes a las 21 horas en El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1034, Ciudad de Buenos Aires).

Para aquellos que se queden con las ganas, el próximo año «Telemarketers» volverá a escena.