Con un claro triunfo por casi 20 puntos, Alberto Weretilneck fue reelecto como gobernador de Río Negro y superó al senador y candidato del kirchnerismo, Miguel Ángel Pichetto.
Weretilneck, candidato de la Alianza Juntos somos Rio Negro, sacó un 52,71% de los votos, mientras que Pichetto llegó al 33,95%. Por su parte, la candidata por el Frente Progresista, Magdalena Odarda, quedó tercera con el 10,22 y el exgobernador radical Horacio Massaccesi sumó el 3,10% de los sufragios. Hubo una importante participación que llegó al 75 por ciento del padrón, de 505 mil electores.
El reelecto gobernador Weretilneck quedó a cargo de la gobernación tras el fallecimiento de Carlos Soria, de quien era su vice. Aliado del PJ y de Pichetto, el mandatario se alejó del oficialismo en 2013 y se acercó a Sergio Massa. Posteriormente se distanció del tigrense y actualmente impulsa un proyecto de neto corte provincial.
Tras escrutarse el 95% de las mesas, Weretilneck remarcó que «esta es una elección provincial porque se discuten temas locales. El pueblo no votó agregados del gobierno nacional, votó gobernador», y señaló que su agrupación política «tiene la posibilidad de pensar únicamente en la provincia sin ningún tipo de ataduras nacionales». En ese sentido, manifestó que «no voy a responder a ningún candidato nacional» y explicó que «sería incoherente con lo que pasó ayer. Hemos construido un movimiento político provincial». Igualmente indicó que hay temas que lo vinculan y otros que lo «complican» en su relación con el gobierno nacional. Como ejemplo mencionó que uno de los reclamos es «que Río Negro es la única provincia a la que le están cobrando deuda» aunque, pese a esto, elogió «la política de obra pública y todo lo que ha hecho el gobierno nacional en la provincia».
El claro triunfo en toda la geografía provincial alegró al gobernador, quien manifestó estar «muy contento» de haber triunfado en 30 de las 39 localidades rionegrinas y afirmó que piensa «consolidar un proyecto provincial que acentúe el federalismo».
Por su parte, Pichetto reconoció muy pronto su derrota, con solo el 2% de los votos escrutados y declaró que «la tendencia era irreversible». También señaló que «tal vez sea esta mi última elección como candidato» a gobernador, ya que «esperaba otra cosa, pero la voluntad de los ciudadanos es la que manda». Recordemos que en las elecciones de 2007 también había sido candidato a gobernador.
El senador también relativizó la influencia que el resultado rionegrino pueda tener en las elecciones presidenciales y estimó que «el Frente para la Victoria va a dar una primaria muy competitiva» en esos comicios y señaló que la derrota en la provincia no debe nacionalizarse porque «el proceso nacional no ha empezado».
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