10 películas argentinas de 2022

Las listas que pretenden seleccionar las mejores películas del año tienen varios motivos para recibir objeciones. Uno de ellos es la arbitrariedad en la inclusión y el descarte de títulos, y argumentos a veces poco contundentes para sostener por qué algo sí y otra cosa no.

Además, es tanto lo que no vemos en el año que vale aclarar que el siguiente listado se arma en función de algunos criterios claros y particulares: aquellas películas argentinas estrenadas en salas o plataformas durante el 2022 que pude ver y que, por motivos que desarrollaré junto a cada título, creo que marcaron su paso por este año a través de sus búsquedas estéticas y temáticas. Por orden de prioridad.

Argentina, 1985

Dirigida por Santiago Mitre y protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani. El suceso del año en términos de cine argentino. La puja entre plataformas y salas habilitó a que cadenas más pequeñas y cines de barrio explotaran de gente como no sucedía hace bastante tiempo y durante varias semanas. A esto añadiría una valoración muy positiva respecto a su calidad técnica, narrativa, interpretativa y representativa de un momento político que eriza la piel, como fue el Juicio a las Juntas Militares. En una actualidad cargada de ideas que reivindican la violencia del pasado y del presente, este tipo de expresiones aumentan su importancia.

Azor

Dirigida por Andreas Fontana y protagonizada por Fabrizio Rongione. Esta película es en parte suiza y su director, proveniente de allí, aprovecha la mirada europea para contarnos el punto de vista de un banquero privado que llega a Argentina durante la última dictadura cívico militar para sostener los negocios que su socio dejó pendiendo de un hilo luego de esfumarse de un día para el otro. De esta manera, se despliega una película finísima en términos de puesta en escena y desarrollo narrativo, que nos abre una nueva óptica sobre esa época en nuestra historia, «otro tipo de colonialismo económico», en palabras de Fontana.

Pequeña flor

Otra dirigida por Santiago Mitre, está protagonizada por Daniel Hendler y Vimala Pons. Así como la anterior era parcialmente suiza, esta es en buena parte francesa. En un registro totalmente distinto a sus películas anteriores y a la inmediatamente posterior. Nos introduce en la intimidad de una pareja que atraviesa varias crisis luego del nacimiento de su hija. Pero la expresión de este conflicto se pone de manifiesto a través de elementos fantásticos que la transforman en una comedia llena de sangre y misterio.

Jesús López

Dirigida por Maximiliano Schonfeld y protagonizada por Lucas Schell. Aquí el disparador es un deceso y un duelo, la muerte de Jesús López, un joven piloto de carreras conocido y querido en el pueblo. Su primo Abel comienza paulatinamente a intentar ocupar su lugar. Este drama se mezcla con el documental tanto como con el fantástico y nos cuenta una historia que bien se aferra a los mitos de transmisión oral que laten en las pequeñas localidades. «La muerte es inaccesible para el realismo», nos dijo Schonfeld en una entrevista.

El monte

Dirigida por Sebastián Caulier y protagonizada por Juan Barberini y Gustavo Garzón. Una vez más el mito, la fantasía y lo mágico hacen de las suyas. En este caso, la historia de un hombre que dejó todo para vivir al borde del monte, y su hijo que llega a «rescatarlo» de esa situación y convencerlo para que vuelva. Pero el monte parece estar arrastrándolo hacia adentro. «Jesús López» tanto como esta película se destacan por una fotografía maravillosa que aprovecha un paisaje natural mágico en sí para aportar a la mística de la historia.

El suplente

Dirigida por Diego Lerman y protagonizada por Juan Minujín. La historia se enmarca dentro de un posible subgénero de profesores que llegan a un curso problemático y ambos se transforman en el vínculo que generan. Sería bastante injusto señalar a esta película solo como una más de estas, porque busca conflictos asociados a las realidades locales más duras, filma en territorio y tiene un guion con muchas capas que evolucionan, se justifican y cobran nuevos sentidos a medida que avanza. La precisión en la narración de esta historia se acompaña de una búsqueda visual más que notable que se permite ángulos y reencuadres muy elaborados que abstraen un poco la imagen del registro literal.

El sistema K.E.OP/S

Dirigida por Nicolás Goldbart, protagonizada por Daniel Hendler y Alan Sabbagh. Un hombre que, de aburrido, cliquea un aviso en internet que le promete ser millonario, pero nada más lejos de la realidad, este sistema lo atrapa en una red cuyos objetivos no son claros, pero sabemos que lo están espiando y persiguiendo. Junto a su amigo intentan descifrar quiénes son estos tipos y dónde están para ir a enfrentarlos «a trompadas», repiten una y otra vez. Goldbart se anima a hacer una comedia en la que pasa de todo y el límite siempre se corre un poco más. Lo afilada que es en ritmo de montaje y actuaciones la hace impecable.

Husek

Dirigida por Daniela Seggiaro y protagonizada por Verónica Gerez. La historia se ubica en Chaco, Ana es arquitecta y trabaja en un proyecto para el gobierno local, que se dispone a construir unas viviendas. Pero para eso, tienen que desplazar a familias indígenas que viven allí. El tono recuerda un poco a «Ínsula» de María Onis, porque el eje se corre del drama con una mirada victimizante de los pueblos originarios. Por el contrario, los ubica como una fuerza que hace su juego contra las autoridades, solo que con otro temple y modalidad. Ahí es donde aparece la comedia en la película, para ridiculizar la mirada y el comportamiento de los villanos «civilizados» que creen que pueden engañar fácilmente a los locales.

Telma, el cine y el soldado

Dirigida por Brenda Taubin. Este documental parte de un grupo de jubiladas y jubilados que tienen una idea: intentar localizar a un excombatiente de Malvinas con quien la hija de Telma cruzó unas cartas durante la guerra y nada más. Esta búsqueda está condimentada por lo singular de sus personajes, que actúan como si estuviesen en una película de detectives, revelando el artificio del mismísimo documental, que paralelamente sigue su curso real de búsqueda e investigación. Llena de ternura, comedia e impronta estética.

Qué será del verano

Dirigida por Ignacio Ceroi. Unos videos encontrados en una cámara revelan horas y horas de material casero de un hombre que vive su cotidianidad, rodeado de sus perros y sus amigos. Un intercambio de mails abre un mundo de historias detrás de esas imágenes, una vida oculta que puede ser real, inventada o las dos cosas. Este experimento cinematográfico se atesora como una joya narrativa que se vale de un buen texto en off, un buen montaje y mucha imaginación de su creador para hacer funcionar la nuestra.