Acuerdo de bloques

Después de casi dos décadas de negociaciones, este jueves la Unión Europea y el Mercosur dieron un paso clave a fin de firmar un tratado de libre comercio entre ambos bloques.

Entre la UE y el Mercosur agrupan casi 800 millones de habitantes, un PBI de 20,8 billones de dólares -cerca de un cuarto del PBI mundial- y unos 138.000 millones de dólares anuales de comercio bilateral de bienes y servicios. El acuerdo político que dio un fuerte impulso para llegar al objetivo final fue suscrito por los cancilleres de los países miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), mientras que del Viejo Continente estuvieron presentes los delegados de Comercio y Agricultura. El acuerdo propiamente dicho deberá estar listo y redactado para fines de este año o 2020 y podría entrar en vigencia de forma previsional hasta que sea objeto de las ratificaciones parlamentarias.

A continuación mencionamos los puntos principales del convenio.

Aranceles

Se eliminan el 91% de los aranceles que el bloque sudamericano aplica a los productos que ingresas de Europa, lo que significa un ahorro de 4.000 millones de euros anuales para las empresas europeas. En contrapartida, la UE quita el 92% de los aranceles a los productos de la región sudamericana.

Denominaciones geográficas

El Mercosur respetará 357 denominaciones de origen europeas. Entre estas se cuentan: «vino de Rioja» o el «queso manchego» español hasta el «jamón de Parma» italiano, el «champagne» francés, el «porto» portugués y «whisky» escocés o irlandés. A cambio, entre los productos que deberá respetar y proteger las denominaciones la UE están los «vinos de Mendoza» o la «cachaça» brasileña.

Medidas de salvaguarda

Se instrumentará una herramienta de salvaguarda bilateral que posibilitará que ambos bloques implementen «imponer medidas temporales a las importaciones reguladas en el mismo en el caso de que se produzcan aumentos inesperados y significativos de las importaciones que provoquen, o puedan provocar, serios daños a sus industrias domésticas». Estas salvaguardas también se aplican a los productos agropecuarios.

Medio ambiente

Los firmantes se comprometen a respetar el Acuerdo de París y, además, se añaden aspectos sobre desarrollo sostenible y no deforestación, algo que exigían las ONG que acusan a Brasil de destrozar la Amazonia. Desde Bruselas se indicó que este capítulo «conlleva reglas claras y rigurosas, así como un mecanismo de evaluación independiente e imparcial por un grupo de expertos». La Comisión Europea remarcó que las partes se comprometen a través del acuerdo a «luchar contra el cambio climático y a trabajar para lograr una transición hacia una economía de baja intensidad en carbono».

Mercados públicos

La apertura de los mercados sudamericanos a las empresas europeas significa que las empresas de los países de Europa podrán competir en teoría en igualdad de condiciones con una empresa argentina por el concurso para construir una ruta. La potencia de algunas multinacionales europeas, especialmente en sectores como el de la infraestructura o la energía, dan ponderancia en este aspecto a las firmas del Viejo Continente.

Los gobiernos del Mercosur se comprometen a publicar en un único sitio web las condiciones de esos contratos como medida de transparencia. Además, las empresas del bloque sudamericano tendrán los mismos derechos en Europa, a los que añadirán el poder concursar para contratos con las instituciones europeas.

Seguridad sanitaria y fitosanitaria

Este es un punto que suscitó fuertes discusiones por la postura europea de que el control del Mercosur a nivel sanitario es menor que el de los países europeos. Sin embargo, desde la UE se afirmó que el convenio «no modifica en nada la manera en que la UE adopta y aplica sus reglas de seguridad alimentarias», que los productos que llegan de Mercosur a Europa ya tienen que cumplir. También se incluye un «principio de precaución». Las autoridades europeas podrán «actuar para proteger la salud humana, animal, vegetal o medioambiental frente a riesgos incluso si los análisis científicos no son concluyentes».

Derechos laborales

En la temática de protección de derechos laborales y la responsabilidad empresaria, se otorga a las organizaciones civiles un papel activo en la vigilancia de su implementación. Se establece la obligatoriedad de implementar los estándares fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de respetar asuntos como la libertad de asociación de los trabajadores, el derecho a convenio colectivo, la eliminación de toda forma de trabajo forzado y la abolición del trabajo infantil.

Propiedad intelectual

Se reconocen la propiedad intelectual y los secretos comerciales como parte importante para promover la innovación y la creatividad y para dar competitividad a las empresas. El texto también recoge normas sobre copyright, marcas registradas, diseños industriales, indicaciones geográficas y hasta variedades de plantas.

Comercio electrónico

El texto contiene una normativa general sobre comercio electrónico para remover las barreras y posibilitar el incremento del comercio por medio de pedidos online por parte de los ciudadanos, para que a Buenos Aires o a Rio de Janeiro llegue con más facilidad un libro comprado online a una librería de Europa. Se incluye protección de datos personales y la obligación a las autoridades de respetar un ecosistema online lo más seguro posible para las empresas.

Metales raros

Los metales raros son un insumo importante de la industria europea de alta tecnología y los importa desde África o China. Con la firma del acuerdo podrían ser importados desde los países del Mercosur. El acuerdo ofrece a las empresas de los dos lados un acceso más fácil a metales raros de alta calidad, ya que elimina o reduce sustancialmente las barreras que Mercosur impone actualmente a ese tipo de exportación. Se incluyen cueros (que se consideran materiales raros para la industria europea del cuero) o productos de la soja (insumos claves para la cría de animales). El acuerdo prohíbe que a estos productos se les impongan requisitos de precios o que existan monopolios para exportarlos o importarlos.

Regulaciones y estándares técnicos

Los aranceles o cuotas de importación suelen dificultar el ingreso de productos en algunos países y perjudican a las empresas, son barreras para arancelarias. El acuerdo impulsa la transparencia en este sector y la implementación de estándares internacionales para mejorar el acceso a los mercados de las dos partes.

Mecanismo de arreglo de disputas

La Comisión Europea señaló que el convenio implica la puesta en funcionamiento de un mecanismo de arreglo de disputas «justo, eficiente y efectivo», tanto para su interpretación como para forzar la aplicación de lo que se acordó. Incluye paneles y audiencias públicas, la publicación de sus decisiones y la oportunidad para cualquiera de los afectados de enviar sus opiniones por escrito. Tanto la UE como el Mercosur deberán determinar «sus obligaciones bajo el acuerdo para que consumidores, trabajadores y empresas puedan disfrutar de sus beneficios».