Nunca un seleccionado africano había marcado cuatro goles en un partido por Copa del Mundo. Tampoco le sobraban oportunidades al combinado de Argelia para soñar con el pasaje a octavos de final, porque si caía ante Corea del Sur iba a ser imposible pelear por una de las dos plazas que otorga el Grupo H (de una de ellas ya se apoderó Bélgica).
Con esa urgencia, los vestidos de blanco salieron con todo a dejar la vida en el campo de juego. A los 4 minutos ya disponían de una ocasión al producirse una serie de rebotes en el área y Yacine Brahimi la tiraba por arriba del arco. Poco tiempo después tenían otra chance que salió al lado del palo. Ante la reiteración de ataques y dominio del juego, estaba al caer la apertura del marcador, que llegó a los 26′ con una contra que le quedó a Islam Slimani entre dos defensores coreanos que nada pudieron hacer ante la definición suave con el pie izquierdo ante la salida del arquero Sungryong Jung. Los dos centrales asiáticos volverían a cometer un grave error, por eso vale la pena mencionarlos: Jeong Ho Hong y Younggwon Kim.
Apenas 120 segundos después del gol, llegaría otro más. Tiro de esquina desde la izquierda en los pies de Abdelmoumene Djabou que llegó cerrado para que Rafik Halliche le gane a los centrales y anticipe la mala posición del portero para poner el frentazo y el 2-0 parcial. Con el tanteador a favor y la solidez mostrada hasta el momento, todo hacía pensar que el tercer gol se venía en cualquier momento. Y casi que fue así. A los 38′ Slimani los dos trsitemente célebres centrales coreanos se chocaron entre sí y le dejaron la pelota al delantero, que se metió al área y dio una asistencia perfecta para que Djabou la ponga al segundo palo, en el rincón más lejano de Jung.
Así se iba el primer tiempo, muy entretenido y con un dominio absoluto en el score y en el juego de Argelia, que también se mantuvo en gran parte de la segunda etapa. Iban 50′ cuando llegó el descuento y un poco de aire e ilusiones para Corea del Sur. Un pelotazo largo fue directo hacia el área, cuando bajó el balón le pegó en la espalda del delantero asiático Heung Min Son y este giró rápidamente para definir por debajo del guardametas Adi Rais Mbolhi. El gol pareció haber herido el orgullo argelino, que respondió con el cuarto gol mediante una de las mejores jugadas ofensivas en lo que va de la Copa Mundial en Brasil. Una serie de toques entre Brahimi y Sofiane Feghouli terminó en una pared adentro del área para que el centro delantero defina y vuelva a ampliar la diferencia.
Finalmente, para mantener el partido entretenido y vertiginoso, Corea del Sur tendría su segundo gol. Shinwook Kim, recién ingresado y quien mide 1,96 metros, bajó un centro para que Son patee al arco, este no pudo rematar y la pelota le quedó a Jacheol Koo para que la meta contra la red.
Gran partido fue el que se vio en el Estadio Beira-Rio de Porto Alegre. El seleccionado africano dejó su marca en mundiales y ahora sueña con vencer a Rusia para clasificar por primera vez en su historia a octavos de final. Por el lado de Corea del Sur es más complicado: deberá golear a Bélgica y esperar que Argelia no gane.
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