Atentado en Karbala

Hace más de 5 semanas se viene dando una ofensiva militar sobre la ciudad de Mosul, Irak, donde se encuentra una gran parte del ejército del Estado Islámico (EI). Si bien los ataques se acercan a lo que sería el epicentro del califato en la ciudad de Al Raqqa, también se espera una nueva ofensiva una vez controlado Mosul. Sin embargo, esto no detiene al EI que anunció una seguidilla de ataques en diferentes rincones del mundo. Se sabe que sus rivales son los chiitas y por esto son blanco preferido por el Daesh.

Cuarenta días de luto

En la ciudad de Karbala se desarrolló la conmemoración del Arbain, el final de los cuarenta días de luto por la muerte del imán Hussein. Durante esta congregación chiita las autoridades de seguridad iraquí estuvieron muy atentas a los alrededores de la ciudad para evitar algún infiltrado que quisiera meterse en la peregrinación.
El atentado se produjo el jueves 24 de noviembre y el EI se adjudicó el ataque en las cercanías a la localidad. Este acto fue en venganza por la ofensiva iraquí en Mosul, según indicaron los yihadistas en sus medios de comunicación. El atentado originó 70 muertos que habían asistido a la peregrinación, todos de origen chiita, en el sur de Bagdad. El atentado se perpetró por un camión bomba que contenía nitrato de amonio y el kamikaze se hizo detonar en una estación de servicio donde había muchos automovilistas esperando ser atendidos.
Por su parte Falah al Radhi, jefe de seguridad del Consejo Provincial de Babilonia, se refirió al ataque como algo siniestro y declaró que al llegar al lugar se encontraron con una imagen desgarradora con cuerpos y «pedazos de gente por todos lados» y muchos de ellos estaban incinerados por completo. Este hecho se produjo en la pequeña localidad de Shomali a 80 kilómetros de Karbala.
Vale aclarar que esta celebración es una de las más grandes de los chiitas, en la que participaron alrededor de 20 millones de personas.
Este ha sido un blanco elegido por los kamikazes del Estado Islámico en represalia por la ofensiva que se está llevando a cabo en la ciudad de Mosul. Entre 3.000 y 5.000 combatientes del EI están atrapados en Mosul sin poder movilizarse hacia ningún lugar y en las últimas horas destruyeron los pocos puentes que quedaban, y afirman los servicios de inteligencia iraquí que no hay posibilidades de abastecerse y que pronto se irán debilitando.
Por su parte, los kurdos siguen con su avanzada hacia el centro de Mosul y afirman que la batalla dura es la que resta. Por eso en las próximas semanas habrá que esperar combates más duros en Mosul y la siguiente parada será Al Raqqa, donde nada será tan fácil como parece y tampoco nombramos que seguro habrán ataques suicidas por doquier por parte del Estado Islámico que está lanzando sus manotazos de ahogado.