El Gobierno Nacional decidió exceptuar a Los Pumas del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, por lo que podrán comenzar los entrenamientos de cara al Rugby Championship, certamen que se disputaría en Nueva Zelanda entre noviembre y diciembre.
La medida administrativa salió publicada este martes en el Boletín Oficial y lleva la firma de Santiago Cafiero, jefe de gabinete de la Nación. En ella se establece que los entrenamientos «deberán cumplimentarse de acuerdo a lo dispuesto en los Protocolos de Actuación para la Prevención y Control de Coronavirus (COVID-19) elaborados para la reanudación de los entrenamientos deportivos de rugby».
Además, la Unión Argentina de Rugby (UAR) deberá garantizar el traslado de los jugadores al centro de entrenamiento, como también la seguridad e higiene que demande la vuelta a los entrenamientos. El lugar de encuentro sería Casa Jaguares, el predio ubicado en Ingeniero Maschwitz que, hasta marzo, fue el centro de operaciones de la franquicia argentina.
El seleccionado nacional fue el último en recibir la autorización gubernamental, ya que en Nueva Zelanda y Australia hay competencia oficial. En Sudáfrica hace pocos días dieron luz verde para que los equipos vuelvan a sus trabajos.
Vale la pena recordar que el seleccionado olímpico de rugby fue el primero en retomar las tareas, de cara a los Juegos Olímpicos del próximo año en Japón.
¿Esperanza para Jaguares?
El futuro de la franquicia es una verdadera incógnita, desde que Nueva Zelanda decidió organizar su propio torneo seguido por Australia, y dejó entrever que el Super Rugby no seguirá tal como lo conocemos.
En los últimos días Australia presentó su modelo de torneo para el próximo año: Super 8, el mismo estaría compuesto por los dos mejores equipos de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, uno de Japón y de Sudamérica.
De esta manera, Jaguares disputaría un hipotético torneo en el continente y, en caso de obtenerlo, jugaría en Oceanía con los mejores mejores equipos de SAANZAR. El Super 8 se jugaría después de los torneos aussies y kiwis, de forma independiente a ellos.
Será cuestión de esperar, quizás sea la última carta que tiene el subcampeón del Super Rugby 2019 para mantenerse en una competencia de élite.