Balenciaga: la transgresión comercial

Recientemente, la firma Balenciaga presentó su desfile Spring 2023, colección que recorrió una pasarela desarrollada sobre el parqué de la bolsa de valores en los Estados Unidos. Su actual director creativo, el georgiano Denma Gvasalia, combinó su particular mirada sobre la sastrería y el streetwear. Este último en colaboración con la marca alemana Adidas.

Además de esta mixtura de estéticas, el desfile muestra un minimalismo de siluetas “extrañas” que dan cuenta de una dura realidad global, producto de los problemas políticos, económicos y sociales que atraviesa la humanidad, donde los ciudadanos del mundo se encuentran irritados, cansados y sobrepasados por la presión de dicho contexto. Estados que los tornan agresivos, irreverentes y rebeldes. Víctimas de un sistema opresor pero, al mismo tiempo, generadores de nuevos paradigmas.

En este sentido, las prendas dialogan entre: por un lado, aquello que se oculta con abrigos de grandes dimensiones o cortes rectos y, por otro, la revelación de la estructura de los cuerpos que habitan trajes muy ajustados. Líneas de diseño que, en ambos casos, podrán ser usadas por diferentes tipos de personas sin importar su identidad de género o edad. Una revolución respecto a nuestras ideas sobre la belleza y el poder.

Otros elementos a ser destacados en la colección son el uso del látex como base de los estilismos, la originalidad del calzado, los maxi lazos empleados en los cuellos de los modelos, el interesante manejo del color negro, que no siempre es trabajado de forma saturada sino que se presenta con tintes plomo -alejando la oscuridad de los outfits de referencias más cercanas al rock o al estilo gótico- y la creación de una campera larga de amplias dimensiones color rojo que, a pesar de haber sido confeccionada con un textil sintético, en apariencia poco maleable, cuenta con “plizados” sutiles que -junto a la ubicación de bolsillos diagonales- generan dinamismo y afinan un diseño que pudo ser completamente plano.

Por tal motivo, esta última prenda se convierte, a mi modo de ver, en la protagonista de la colección. De hecho, con ella cierra el desfile.

Definitivamente, Gvasalia está generando deseo por un estilo disruptivo que no deja de ser muy comercial porque, precisamente, es el resultado de un contexto social que clama por la transformación del sistema y, en consecuencia, de como debemos lucir.