Bases con Victoria

Con ponencias en el Congreso de la Nación que extendieron la jornada por casi 12 horas, la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que luego del empate 36-36 en las votaciones de los representantes, debió definir la vicepresidenta Victoria Villarruel. También inclinó la votación a favor (igualada en 35) cuando se debatió el otorgamiento de facultades delegadas al presidente Javier Milei.

De esta manera, la propuesta regresa a Diputados para aceptar modificaciones o rechazar los cambios. En el camino quedó la privatización de empresas públicas (entre ellas, Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina -RTA-), la derogación de la moratoria previsional (afectaría la posibilidad de jubilarse a 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 hombres) y el capítulo sobre Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales. Igualmente, «todas las empresas del Estado son pasibles de privatización. En este impulso legislativo o más adelante, eso lo definirá la Cámara de Diputados», adelantó este jueves en conferencia de prensa el vocero presidencial, Manuel Adorni.

Por otra parte, Adorni se refirió a las manifestaciones contra la sanción del proyecto de ley: «Afuera del Congreso había terroristas queriendo llevarse puesta la democracia, que se arrogaban la representación del pueblo, pero que jamás fueron votados por nadie. Un total de 31 delincuentes fueron detenidos, y las organizaciones MST, PTS, Barrios de Pie, Evita y muchas otras van a pagar por los daños que causaron», justificó, sin referirse a los infiltrados de las fuerzas de seguridad que provocaron desmanes para legitimar la represión estatal. Los detenidos enfrentarán la querella del Ministerio de Seguridad por «atentar contra el orden constitucional».

Finalmente, en cuanto a las palabras de Villarruel al momento de definir la aprobación de la iniciativa oficialista, aseguró: «Hoy vimos dos Argentinas: una violenta, que incendió autos y que arrojó piedras, y que debate el ejercicio de la democracia. Y otra, la de los trabajadores, que están esperando con mucho dolor y sacrificio que se respete la votación que en noviembre del año pasado eligió un cambio. Por esos argentinos que sufren, que esperan que se cambiara una situación que se perpetuó en el dolor por muchos años, que no quieren ver a sus hijos irse del país, y que merecen el orgullo de ser argentinos: mi voto es afirmativo».