Celeste y banca

El seleccionado argentino de básquet dejó otro candidato en el camino y, con una solidez defensiva apabullante y un equipo tan joven como maduro, se metió en la final del Mundial en China.

La mañana del viernes enfrentaba a Francia y Argentina en Beijing. Por el lado de los europeos, se convertían en máximos favoritos a quedarse con el certamen gracias a la eliminación previa de Serbia en manos del conjunto dirigido por Sergio Hernández. Por el bando albiceleste, llegaban a esta instancia con un batacazo bajo el brazo y una misión cumplida por haber clasificado a los próximos Juegos Olímpicos en Tokio.

Y lo que pudimos ver rompió todos los pronósticos. Durante todo el tiempo de juego el equipo argentino fue muy superior al francés, a tal punto que en los primeros minutos de partido el marcador tenía a nuestro seleccionado con un parcial de 10-0.

La defensa del «Alma» resultó impecable, no permitió a su rival penetrar la zona pintada y los puntos azules se materializaban solamente por jugadas individuales. Así, con una solidez abrumadora y un temple conmovedor, Argentina finalizó el primer cuarto 21-18. Además, juegue quien juegue, los nombres que ingresan desde la banca nunca desentonan.

El segundo fue de consolidación de la idea y se pudo ver en cancha la mejor versión de este equipo, con un parcial de 18-14 para ampliar la ventaja a 39-32. El cierre del periodo fue un ejemplo del criterio y nivel del seleccionado con Facundo Campazzo como abanderado, que tuvo el control del balón hasta convertir un triple épico sobre la chicharra.

Segunda parte, mismo partido

En el tercer cuarto, al que considero muchas veces clave para definir un juego, Argentina vapuleó a Francia en todas las líneas. La defensa seguía tan sólida como segura, Luis Scola se convertía en el goleador que todos conocemos y Luca Vildoza, pese a un par de faltas reiteradas, consolidaba la gran actuación que había comenzado en el cuarto anterior. El parcial era de 21-16 y, lentamente, se vislumbraba quién sería el finalista del torneo.

La última parte comenzaba con un marcador de 60-48 y empezaba a dar por tierra las chances de final de un plantel plagado de jugadores de NBA contra uno mucho más humilde en nombres pero no en técnica. Argentina desplegaba pura calidad, se daba el gusto de ahogar la salida de Francia y, como goce extra, Scola metía dos triples consecutivos para humillar al rival de turno, que en los minutos finales se sentía perdido en el rectángulo y pensaba más en culminar el enfrentamiento que en revertir la situación.

De esta forma, con Campazzo intratable y Scola imparable (28 puntos y 13 rebotes), complementados con Vildoza, Nicolás Laprovittola y Gabriel Deck, el «Alma» cerró un parcial de 20-18 y finalizó el encuentro 80-66 para desatar la locura del plantel y de todo un país que se emocionó por el sacrificio, la entrega y el nivel deportivo y humano que brindan en cada entrenamiento, en cada uno de los partidos y hasta en cada declaración a la prensa.

Argentina es finalista por mérito propio (no haber mencionado jugadores franceses en la nota es intencional, fueron anulados completamente) y ahora es el turno de medirse ante España, que en doble tiempo suplementario venció a Australia 95-88. La historia de un seleccionado que para muchos llegó como punto al Mundial de China y terminó por convertirse en banca aún no terminó…

Las voces protagonistas

Facundo Campazzo, apenas concluido el encuentro ante Francia, aseguró: «Defendimos como unos caballos, sabíamos que iban a anotar, hicimos grandes defensas, entraron en nuestra dinámica, en ese juego y sabíamos que podíamos quebrarlo, realmente el equipo argentino es muy bueno y lo está demostrando, quizá para el resto es una sorpresa pero para nosotros no. Hay que tomar dimensión, no sabemos dónde estábamos parados. Es tremendo el agradecimiento, es increíble», expresó el base de Real Madrid.

Por su parte, el entrenador Sergio Hernández adelantó que «vamos a descansar para tratar de jugar la mejor final del mundo y ganarla». Además, expresó que «la última jugada del partido es un resumen de lo que somos. Ojalá que sea siempre así. El juego se respeta más allá de todo».

Y nuevamente el seleccionado contó con un espectador de lujo: Emanuel Ginóbili. «Manu me dijo que no sé lo que hice, esto es maravilloso, impresionante, es el mejor equipo que yo dirigí en mi vida, no tenemos un segundo de distracción, hay jugadores en alto nivel, somos valientes, habrá que empezar a pensar que los nuestros son de nivel, acá con huevos solo te quedás en primera ronda», concluyó el «Oveja» Hernández.

Finalmente, Laprovittola cargó de emociones sus declaraciones: «Los sacamos de la cancha pero nosotros somos un equipazo, viste lo que somos, viste, somos muy molestos, vamos al frente, no le tenemos miedo a nada, todos los días, todos los rivales, somos un equipo profesional y, además, somos buena gente y divertidos».