Cómo convivir con un autista

Un auspicioso estreno de este jueves es el de «Ezra» («Siempre Juntos», su título en castellano) sobre un niño autista que debe luchar contra los avatares de su sobreadaptación permanente su realidad familiar, social, escolar y médica.

El film, dirigido por el también actor Tony Goldwyn (quien se reserva un papel en esta propuesta), que contenía todos los ingredientes para caer en golpes bajos y en estereotipos previsibles, sale airoso con un guión muy honesto del escritor y director Tony Spiridakis (quien llevó al cine su propia historia personal), que se centra en cómo Max (su alter ego), un errático standapero (impecable actuación de Bobby Cannavale) debe lidiar con la condición de su hijo, llegando incluso a tener que secuestrarlo para prevenirlo de mayores tormentas emocionales y errores médicos en el abordaje de su situación.

Mezcla de road movie y comedia dramática agridulce, «»Ezra no evade el costado difícil, el de la complejidad cotidiana, el del ensayo y error a cada minuto, pero compensa todo ello con creces con una esperanzadora cuota de humanidad abrazadora.

Las actuaciones son otro punto alto de esta realización, con un Robert de Niro en su mejor forma, como un padre ausente, estructurado y nada comprometido con la realidad de su hijo; Rose Byrne, la exesposa de Max (y pareja en su vida real, siendo la química de ambos actores innegable), como una madre desorbitada y cansada de lidiar con padre e hijo; y hasta el maravilloso regalo de Whoopi Goldberg como la agente de Max; y el broche de oro con Jimmy Kimmel.

Finalmente, contamos con el joven William Fitzgerald, en un Ezra contenido, temeroso, reflexivo, agudo, es la corporización perfecta de lo que su personaje requería.