Cortometrajes argentinos en Mar del Plata

La Competencia Argentina de Cortometrajes del 36° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se presentó de manera online y en salas de la ciudad balnearia. Este año la sección está compuesta por ocho producciones y una fuera de competencia.

Entre los cortos destacados encontramos «Engomado» de Toia Bonino y Marcos Joubert. Marcos está preso y desde la cárcel usa un teléfono para grabar y mandar videos en los que narra el encierro y la batalla mental para sobrevivirlo. También está «Las máquinas tristes» de Paola Michaels, donde imágenes de diversos tipos de robots son acompañadas por diálogos existencialistas que podrían ser los de estas máquinas que se cuestionan diversos aspectos de su existencia.

Sebastián Schjaer, que antes había hecho la película «La omisión» (a propósito de la cual le hicimos esta entrevista) estrenó su nuevo corto «El espacio sideral», en el que Clara viaja a Buenos Aires para encontrarse con una vieja amiga, pero cuando llega se encuentra con que su amiga no está pero dejó una carta que intenta explicar el desencuentro.

También pudimos ver «Érase una vez en Quizca» de Nicolás Torchinsky, ubicado en un pequeño pueblo donde todo tiene una fuerte connotación de aislamiento, la voz de un viejo campesino reconstruye la historia de la muerte de un amigo cercano y la anécdota cobija los rituales y significados ocultos en los rincones olvidados.

«Luto» de Pablo Martín Weber y «Un cráneo» de Mariano Cócolo fueron otras de las interesantes propuestas, la primera con un enfoque distinto al de los caminos recorridos posteriores a la muerte de Diego Armando Maradona y la segunda como un chiste breve pero con mucho contenido condensado.

Por otra parte, también encontramos algunos títulos difíciles de clasificar y por momentos inexplicables dentro de esta selección, como es el caso de «Fuera del área de cobertura» de Agustina Wetzel, que anuncia en su sinopsis que una caminante deambula por una ciudad del Noroeste Argentino por los lugares donde aún no llegaron los rastreadores de Google Maps. Sin embargo, durante media hora la exploración no levanta casi la vista de sus propios pies que avanzan, lo cual no recupera mayor dignidad para el territorio que la imagen plana del satélite.

Otro caso es el de «Le Vortex Monopolaire» de Luciano Onetti, que luego de su trilogía homenaje al giallo italiano y de «Los olvidados», sigue sin despegarse de los ejercicios que demuestran la destreza para hacer lo que otros ya hicieron con precisión pero que aún, ni junto a su hermano Nicolás ni solo, incursionó en la creación de historias o una estética propias.

Finalmente, fuera de Competencia se proyectó «Lobo solitario» de Javier Beltramino.