La mirada cinematográfica de Sebastián Schjaer

Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Sebastián Schjaer porque el director estrena su ópera prima «La Omisión», una película introspectiva e íntima que sigue a Paula en una búsqueda errante por el sur argentino.
En primer lugar, leí opiniones sobre la película que dicen que «sacude el rol de la mujer en la sociedad» o que «pone en vista los derechos de las mujeres». Al respecto de estas afirmaciones, ¿coincidís con esta visión? ¿Está dentro de tu intención?
«La película nació de la ganas por descubrir y narrar al personaje de Paula. Quería acercarme a ella desde la curiosidad y no simplemente escribir un personaje que fuera funcional para contar una historia. Sentía que había en Paula un universo por revelar y que eso implicaba aceptar que todo en ella iba a ser mucho más complejo de lo que parecía a simple vista. Siempre sentí que construir su personaje era como ir quitando velos, develando detalles, resignificando su persona hasta llegar a una verdad más profunda.
Una buena parte de esa complejidad creo que está relacionada con el hecho de ser madre y el mandato moral que la sociedad les ha impuesto a las mujeres de decidir sobre sus vidas como madres antes que como mujeres. Eso es algo que no nos sucede a los hombres y es algo que toda la sociedad condena de manera contundente a cualquier mujer que no ponga en el centro de su vida el hecho de ser madre. De todos modos, estos temas que se desprenden de la película creo que son producto del interés por descubrir y narrar al personaje de Paula más que por tratarlos como temas en sí mismos. El centro de la película siempre es Paula, no la mujer en términos más abstractos.»

«Sensibilidad asociada a lo femenino»

Sobre esto, además me interesa saber por qué como varón te interesó la óptica femenina de la situación. Digamos, Paula y su novio emprenden este viaje, ¿por qué siendo hombre elegís a Paula y no su novio?
«Siempre pensé la película desde una sensibilidad más asociada a lo femenino. Es algo que me había pasado también con mis cortometrajes. No es una decisión racional sino algo completamente intuitivo e inconsciente. De todos modos, cuando me pongo a pensarlo tampoco se me ocurre por qué siendo hombre debería inclinarme ‘naturalmente’ por contar la historia desde la perspectiva del hombre. Mi interés, mi curiosidad y mi obsesión estaban centrados en Paula. Ella aparece en absolutamente todas las escenas y diría, incluso, que en casi todo los planos de la película. Ella, y la dificultad de entenderla con claridad y de explicarla en términos psicológicos, era lo que me desvelaba, lo que más me atraía de hacer ‘La omisión’.»

Detrás del recorte

Sobre la realización creo que hay una decisión en los planos muy tajante y marcada que me parece muy poética por momentos y muy cruda por otros. Pero, por sobre todo, me gustaría saber tu propósito en esos planos de perfil negativo que predominan en toda la película. ¿Qué hay detrás de ese recorte que elegiste hacer.
«La decisión de contar la historia a través de primeros planos, en los que muchas veces es difícil ver bien a los personajes, está muy relacionada con el título. La película propone muchas omisiones que están completamente relacionadas entre sí. Es un sistema que funciona en la medida en que todas las partes contribuyan con pequeños detalles a generar el todo. Partiendo de la dificultad de narrar al personaje de Paula, me interesaba poder transmitir esa curiosidad en términos de imagen. Es por eso que hay muchas cosas que están insinuadas o que el espectador cree adivinar, pero nunca se muestran del todo. Por ejemplo, una silueta, el perfil de un rostro, el movimiento casi imperceptible de una mirada, la respiración de un personaje, son todos detalles que, filmados de un determinado modo, acaban por volverse el centro de atención para el espectador. Haciendo la película descubrí que ver a alguien tragar saliva es una de las cosas más tensas que puede suceder en ciertos contextos. ‘La omisión’ se construye en base a fragmentos, retazos y, en última instancia, omisiones. Porque al final todo está omitido, pero todo está ahí frente a nuestros ojos.»
Por último, sobre el tema te preguntaría cómo hiciste para construir esa mirada. ¿La imaginaste? ¿Tuviste alguien a quien observar o consultar?
«No creo que haya una diferencia tajante en términos de género que dificulte a un hombre hacer una película sobre una mujer o viceversa. Muchas de las películas sobre hombres más impactantes que vi en mi vida estaban hechas por mujeres (sin ir más lejos se acaba de estrenar ‘Western’, una película que es claro ejemplo de lo que hablo). Al mismo tiempo, y de un modo algo intuitivo, la película fue hecha en gran parte por mujeres, desde el elenco al equipo técnico.
Nada de lo que vemos en la pantalla es solamente producto de mi imaginación. Las películas son producto de una serie de personas que ponen sus vidas, sus intereses y sus inquietudes al servicio de narrar algo. En este caso, ese algo es Paula.»