Se trata de uno de los flamantes estrenos de Netflix. «Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands» es una docuserie sobre Lou Pearlman, la mente detrás del fenómeno Backstreet Boys y NSYNC. Lujos, contratos millonarios, estafas y litigios por sumas extravagantes son apenas la punta del iceberg.
La docuserie cuenta con tres capítulos de entre 40 y 45 minutos en los que se cuenta el ascenso y caída de este outsider de la música y supuesto magnate del mundo de la aviación. El foco se coloca primero en cómo construyó su imperio creando exitosas boy bands como Backstreet Boys y NSYNC (y también otras no tan masivas como Natural, LFO, O-TOWN, etcétera). Con el correr de los minutos veremos que eso es solo la puerta de entrada a una red de fraudes conocida popularmente como «estafa piramidal» o «esquema Ponzi». De hecho, el documental asegura que, hasta el momento, es la estafa piramidal más grande que se registró en los Estados Unidos.
En cuanto a los recursos formales, puede decirse que cuenta con muchísimo material de archivo (videos caseros, entrevistas televisivas, documentos de las causas) y varios testimonios. Estos últimos son mayoritariamente de exempleados y amigos, y unos pocos exmiembros de bandas. Aquí no puede dejar de mencionarse que los creadores utilizaron Inteligencia Artificial (IA) para dar vida a declaraciones que el empresario brindó en su biografía «Bands, Brands and Billions: My Top 10 Rules for Making Any Business Go Platinum», publicada en 2003. De esta forma, podemos ver una imagen ficticia de Pearlman diciendo textuales del libro y plantea la incógnita de cómo las nuevas tecnologías son (y serán) aplicadas a lo audiovisual.
Ahora bien, uno de los puntos que llama la atención en la narrativa de «Dirty Pop» es lo poco que se abordan las acusaciones de abuso. Si bien se lo caracteriza como un hombre raro e incluyen declaraciones de músicos que dicen haber visto comportamientos «raros», los puntos de conflicto viran rápidamente a los problemas financieros.
Esto no pasó desapercibido, especialmente por Vanity Fair, medio estadounidense que en 2007 había realizado un artículo titulado «Mad About The Boys», donde ponían luz sobre las acusaciones de pedofilia que enfrentaba Pearlman. En una publicación reciente, aseguran que el documental deja «muchas preguntas sin responder» y vuelve a sembrar dudas sobre la figura de Pearlman.
Al parecer, la oscuridad de este «personaje» no solo tiene que ver con sus esquema de estafas y problemas de dinero con las boy bands. Muertes sospechosas a su alrededor, acusaciones masivas y susurros en su contra, sin duda, conforman el escenario ideal para el mundo de las docuseries. Lamentablemente, la «N roja» decidió abordar solo una de las aristas.