“No corre el viento” es la primera película de ficción de Matías Malet, quien ya había desandado el camino de la dirección con un par de documentales.
La historia presenta a dos hermanos, Marco (Lautaro Bettoni) y Julián (Benicio Mutti Spinetta), el primero mayor y el segundo adolescente. Ambos fueron abandonados por su padre (Germán De Silva) tras la muerte de su madre. Hay un intento de este hombre por reconectarse con sus hijos, sin embargo, la actualidad de ambos está atravesada por problemas cotidianos urgentes. Marco es despedido injustamente y Julián surfea el despertar sexual con éxito dispar.
Malet arroja a sus personajes sobre un lienzo prefabricado de “no hay salida, ni esperanza”, en el que todo luce automático y previsible. El discurrir se puede anticipar sin mucho esfuerzo, en especial el de Marco, quien entra en una espiral de desencanto/crítica de solo triunfan los delincuentes y los vivos, mientras los honestos padecen los embates de la vida y de la sociedad. Un cine sin alma, el cual apela en una última escena a la pretensión de conmover, a partir de un golpe de azar efectista y ramplón. “No corre el viento” es ultra mecánica en su narración y acética en sus particularidades.
“No corre el viento” fue dirigida y escrita por Matías Malet y contó con las actuaciones de Lautaro Bettoni, Benicio Mutti Spinetta, Valentina Buzzurro, Germán De Silva y Mónica Villa. Integra la Competencia Argentina del 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.