El mundo se puso raro

En medio de las peleas por las vacunas, la escritora Beatriz Sarlo denunció a la esposa de Kicillof de ser quien se la ofreció «por izquierda», pero ante la justicia reculó y admitió que no era tan así. Precisamente, esta anda machista y un magistrado saludó a las mujeres calificándolas de delincuentes. Y siguiendo con esa temática, el ministerio del área está acéfalo. Nadie quiere agarrar esa papa caliente. Finalmente, se suma otra persona honesta a la política, hablamos del mediático abogado Fernando Burlando, quien se metió en el barro de Lanús de la mano del intendente Grindetti.

Noticias de la Gorra

Se pudrió todo entre el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y la escritora Beatriz Sarlo, quien fue a declarar a la Justicia después de haber dicho que le habían ofrecido “por debajo de la mesa” vacunarse. En la declaración le tiró barro a la esposa del gobernador y después tuvo que recular admitiendo que no fue de «querusa» que le dijeron que se vacune sino en medio de un cuestionable plan propagandístico. Igual el tema parece que no le quedó muy claro al Grupo Clarín, ya que después, en la tapa de su diario, tituló que «Sarlo dijo que la esposa de Kicillof le ofreció vacunación VIP». Como diría «Chiche» Gelblung, que la realidad no te estropee una buena noticia.

Pasó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y uno de los grandes aportes a esta jornada fue el saludo del juez de Casación Federal, Juan Carlos Geminiani, que dirigiéndose a sus compañeras de trabajo les dijo «feliz día, delincuentes». Además, pensó en darles una palmadita en el culo cuando pasaran, pero le pareció que sería mal interpretado.

Después de contradecir a Oscar Parrilli por su idea de armar una comisión de control a jueces, la ministra de Justicia, Marcela Losardo, «presentó” su renuncia. Lo curioso es que esto pasó hace más de una semana y todavía no se sabe quién la reemplazará. Están viendo si consiguen uno que le limpie el expediente a Cristina y sus amigotes, mientras trata de meter preso a los corruptos. Digamos que es más jodido que tirarse un pedo al trote.

Salió a la venta el libro del expresidente Mauricio Macri, se llama «Primer Tiempo» y vale 1.700 pesos, lo cual nos deja analizar que este tipo piensa jugar un segundo tiempo. La cagada es que nosotros somos la pelota. Por otro lado, es muy optimista al pensar que su gobierno dejó a gente con la capacidad para gastar esa guita en un libro suyo, y tercero: si nos juran que lo escribió él y nadie lo corrigió juramos que lo compramos.

Como hay pocos abogados garcas en la política, ahora se sumó el mediático Fernando Burlando, que se anduvo paseando por el Conurbano con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. Le estaba mostrando los kiosquitos.

Ahora sí, viejo, lo que todos los adolescentes incogibles de la Ciudad de Buenos Aires estaban esperando. Se viene la banda de los liberales. Se juntaron Espert, Milei y López Murphy, y se autodefinen como de «centro derecha», pero todos sabemos que serán reconocidos como «los pelotudos esos». De todas formas, ojo que también nos cagábamos de risa de Mauricio y su banda de chetos de camisa celeste.