Entender los misterios del universo

Conversamos con Patricio Zaín, licenciado en Astronomía. En relación a cómo surgió estudiar esa carrera, Patricio nos cuenta que «surgió en el Colegio Secundario. A mí me iba bien en Lengua y Literatura, me iba bien en todo lo que tenga que ver con escribir, producciones. Durante el último año de escuela, yo me estaba mentalizando en estudiar Periodismo, paralelo a eso descubrí la Astronomía, en el año 2005, en donde me enteré que había cursos gratuitos de Astronomía para el público en general en el Planetario de Buenos Aires Galileo Galilei”, narra el joven astrónomo.

Patricio detalla que «allí fui a dos cursos, uno de constelaciones ahí en el planetario, y lo que se hacía era proyectarse el cielo en el domo y nos iban mostrando las constelaciones, y te juro que ahí me explotó la cabeza, cuando nos mostraban eso”, enfatiza. Al año siguiente realizó un segundo curso de Astronomía general, ya estudiando Periodismo, con más detalles de la carrera. Iba todo bien, relata Zaín, hasta que «me mandaron a cubrir un paro en el Hospital de Clínicas y no me interesaba estar ahí, paralelamente, mi interés por Periodismo caía y estaba más manija con Astronomía, miraba videos, leía libros. A partir de allí hice el curso de ingreso en La Plata y empecé la carrera, me di cuenta que me gustaba, me motivaba. La carrera es muy parecida a la de Física, tiene muchas Matemáticas y Física, la diferencia es que la física es aplicada a objetos astronómicos. Yo siempre me llevé Matemáticas en el Secundario, y ahora soy docente de Matemáticas y astrónomo, pero una cosa es estudiar por obligación y otra es para entender el universo”, argumenta Patricio.

Además, Zaín introduce la diferencia entre un planetario y un observatorio. El primero es un formato más de espectáculo de promoción y difusión de la ciencia y el observatorio es un instituto de investigación. En el año 2012 se inauguró un planetario en La Plata, pero depende de la Universidad de La Plata, en cambio el de Buenos Aires pertenece al Gobierno de la Ciudad, explica Patricio. En relación al problema de los asteroides cercanos a la Tierra, Patricio brindó una charla para la Asociación Amigos de la Astronomía de Buenos Aires, y explicó que «los asteroides son cuerpos que pueden ser rocosos, metálicos o carbónicos, pequeños, que pueden ser de tamaño de granos de polvo o hasta de centenares de kilómetros, que en su mayoría están ubicados en una región del Sistema Solar que se llama cinturón asteroide, que está ubicado entre las órbitas de Marte y de Júpiter. Tienen un interés histórico para nosotros, porque hoy sabemos que tienen un remanente de lo que fue la formación de los sistemas planetarios, son los ladrillos que sobraron a partir de los cuales se formaron los planetas”, explica Zaín. Al argumentar por qué pasan cerca de la Tierra, el astrónomo menciona que «hay efectos gravitatorios, que se llaman resonancias, que participan Júpiter y Saturno, que lo que provocan esta resonancia es como una patada gravitatoria y hace que esos asteroides cruzan la órbita de la Tierra”.

La comunicación de estos fenómenos del universo, según Zaín, está muy mal realizada. «La información la brinda la NASA, de que pasará un asteroide a tal distancia, tal día, tiene tal tamaño. Ahora todo lo demás de que si impacta o no, si nos destruye, eso es otra cosa. Una cosa es que pase cerca y otra cosa es que impacte, lo que pasa usualmente es que pasa cerca”, enfatiza Patricio.

Finalmente, nos explica la diferencia con un cometa: «Son cuerpos esencialmente diferentes a los asteroides, tienen una mezcla de hielo y roca, pero se originan en la región más externa del Sistema Solar y como son de hielo combinado por todo el proceso de sublimación es que se le aparece esa cola”. En relación a las estrellas, menciona que «una estrella es una esfera de gas que está tan caliente que ocurren en su interior reacciones nucleares y estas reacciones son las que producen fotones y estos transportan energía, por lo tanto, las estrellas emiten luz y energía al espacio y calientan a la Tierra”. Por ejemplo, el famoso Lucero no es una estrella sino que es Venus, se lo ve antes del amanecer y antes del atardecer, como un gran farol, y por eso se le dice «Lucero», pero en realidad es un planeta. En relación a los agujeros negros, Patricio nos cuenta que «surgen de una estrella muy masiva que explotó, se comprimió tanto que nada que entre ahí puede salir, ni siquiera la luz”, para explicar las diferencias y definiciones de las temáticas más resonantes del universo.