Estrenos en Qubit

En el contexto de esta pandemia y cuarentena que nos toca transitar, la plataforma de streaming Qubit.TV ofrece opciones para que puedas vivir la experiencia del cine en tu propia casa. Conocé las novedades de esta semana.

La patrulla infernal (1957)

Tras rechazar la orden de un ataque suicida, tres soldados son acusados de cobardía (cuyo castigo es la pena de muerte) en un juicio militar. Indignado por el hecho, su general a cargo hará lo imposible por liberarlos. Basada en la novela homónima de Humphrey Cobb, «La patrulla infernal» no solo es una de las mejores de la filmografía de Stanley Kubrick -lo cual ya es decir bastante- sino, además, es una de las más profundas y movilizantes reflexiones sobre la guerra jamás hechas. Nominada al BAFTA a Mejor Película (premio que perdió a manos de otro film bélico, «El puente sobre el Río Kwai»), fue incorporada a comienzos de los 90′ al registro fílmico de los Estados Unidos por su «significancia cultural, histórica y estética». A pesar de no haber sido un gran éxito de taquilla, el film le valió a Kubrick algunas de las mejores críticas de su carrera, así como el apoyo del protagonista del film, un sobresaliente Kirk Douglas, quien luego le conseguiría el trabajo de director de «Espartaco».

King Kong (1933)

Un equipo de documentalistas viaja a una isla exótica y descubre a un mono gigantesco que los nativos llaman Kong. Tras capturarlo regresan a New York, donde su presentación pública desatará un inesperado caos. Producida por el legendario David O. Selznick, entonces cabeza de RKO Radio Pictures, «King Kong» probablemente sea una de las películas más icónicas, populares e influyentes de la historia del cine. Pionera en el uso de efectos especiales -verdaderamente insólitos al momento de su estreno, a tal punto que la Academia de Cine aún no había creado la terna correspondiente para premiarlos-, estableció récords de asistencia y se volvió no solo un film seminal para los inicios de la era sonora sino también todo un anticipo del cine comercial que, fuertemente apoyado en la innovación técnica y el despliegue visual, conquistaría la taquilla mundial décadas más tarde.

La isla del pecado (1929)

En una pequeña comunidad, dos amigos muy cercanos -uno abogado, el otro pescador- se enamoran de la misma mujer. Pronto, y pese a haber crecido como hermanos, no dudarán en poner en jaque su preciada amistad por ella. Filmada en locación, en la Isla de Man (una dependencia de la Corona británica ubicada entre Irlanda y Gran Bretaña), «La isla del pecado» es famosa por ser la última película muda de Alfred Hitchcock -antes de su transición al cine sonoro con «Chantaje»-. Sin embargo es, en verdad, mucho más que ello. Se trata de uno de los filmes más maduros y atípicos de su carrera: un hermético y trágico melodrama en el que el cineasta se muestra más interesado en explorar las posibilidades del género y mantenerse fiel al material de base (la novela romántica «The Manxman» de Hall Caine) que en desviarlo hacia un registro más cercano al suspense con el que se lo asocia frecuentemente. De todos modos, cabe aclarar que ciertos anticipos temáticos de su obra posterior se manifiestan efectivamente en el film (tal como sus puntos en común con «Agonía de amor» y «Vértigo», por ejemplo), aunque los mismos están lejos de sorprender, tanto como su sutil e inesperado sentido del humor o las soberbias actuaciones de los protagonistas.