Como todos saben, el 21 de septiembre se festeja el Día de la Primavera: uno de los días más alegres del año, cuando el calorcito se empieza a sentir, pasear al aire libre se disfruta más, cuando la naturaleza es la protagonista y el paisaje empieza a florecer y a llenarse de colores. Pero lo que muchos no saben es que este día también se homenajea a los fotógrafos.
En la mayoría de los países latinoamericanos, el 21 de septiembre se celebra el Día del Fotógrafo por coincidir con la fecha en donde fue realizado el primer daguerrotipo en este lado del mundo. Este invento fue el precursor de la fotografía moderna y permitía obtener una imagen a partir de una plaza de cobre recubierta de yoduro de plata. Tras ser expuesta a la luz, la imagen se revelaba. Pero para no aburrir, no me quiero quedar con la parte técnica, sino ir más allá e intentar explicar la importancia que tiene la mirada de un fotógrafo.
Actualmente, con el valor que se le da a la imagen, los smartphones con cámaras cada vez más potentes y la utilización de las redes sociales como Instagram o Pinterest (que funcionan en base a las fotografías que se suben), el rol del fotógrafo se desvalorizó un poco. Hoy día todo el mundo saca fotos a toda hora, las comparte, las crítica, las pone en movimiento y las populariza. Pero, ¿todo el mundo es fotógrafo?
“Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje.” (Henry Cartier-Bresson)
Es muy común escuchar la frase “con esa cámara es obvio que van a salir buenas fotos” y es una de las cosas que más molestan a los fotógrafos. Las fotografías no son buenas gracias a una cámara. Como dijo Arnold Newman: “Muchos fotógrafos piensan que si compran una cámara mejor serán capaces de hacer mejores fotos. Una cámara mejor no hará nada por ti si no hay nada en tu cabeza o en tu corazón”. Entonces me pregunto, ¿es tan fácil sacar una buena foto? No lo creo, no cualquiera puede hacerlo, tener la mejor cámara del mundo no garantiza una buena foto si no se piensa en todo lo anterior.
“Lo importante es ver aquello que resulta invisible para los demás.” (Robert Frank)
Es por eso que, en su día, quiero volver a destacar el trabajo de los fotógrafos que tienen esa mirada tan especial, que ven lo que otros no pueden, que saben capturar el momento justo, que no dudan en meterse en lugares impensados para captar la mejor imagen, que aplican posturas ridículas solo para conseguir el encuadre deseado y lograr que esa foto sea recordada. Porque como dijo el gran Milan Kundera: “La memoria no guarda películas, guarda fotografías.”
¡Feliz día!
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