Histórico triunfo de Racing

El conjunto dirigido técnicamente por Diego Cocca venció 2 a 0 a Independiente de visitante luego de 14 años. Los goles fueron convertidos por Gustavo Bou y Óscar Romero, ambos en el primer tiempo. La Academia ahora cuenta con una ventaja importante, ya que jugará en el Cilindro el partido definitorio para ingresar una vez más a la Copa Libertadores.

La historia le marcaba a Racing que no sería para nada fácil la parada ante su eterno rival y vecino. No solo porque el Rojo había goleado a Belgrano con una actuación excelente del equipo en la fase anterior de la Liguilla Pre Libertadores, sino también porque el historial no le era para nada favorable en los últimos años y el karma de caer nuevamente predominaba en los hinchas, por el objetivo que está en juego. Siempre Independiente mostró esa denominada mística copera de jugar torneos internacionales y ganarlos. Pero «siempre que llovió paró» dice la frase hecha y esta vez 11 académicos volvieron a ver el sol ante un estadio que parecía una caldera y quedó totalmente atónito cuando escuchó el pitazo final.

El equipo visitante no tuvo un partido vistoso pero sí efectivo. Fue muy disciplinado y aprovechó los espacios descubiertos al máximo. Tal fue así que desde el arranque se podía vislumbrar el peligro con desbordes que generaba Bou por el sector de Gustavo Toledo. Por el lado del local, dominó la pelota durante la mayor parte de los minutos pero sin generar grandes preocupaciones sobre el arco de Sebastián Saja. La única aproximación se produjo luego de un buen desmarque de Daniel Vera que tiró un centro para la llegada de Pisano que se relamía, pero Gastón Díaz se anticipó y la mandó al corner.

Independiente insistió por los bandas pero sus laterales no estuvieron en su mejor día y mucho menos sus armadores que le podían generar el juego que necesitaba. Racing esperó, aguantó, salía de contra y parecía estar convencido que alguna jugada iba aprovechar. Y así fue. A los 38 minutos Bou guapeó a Toledo y a Hernán Pellerano, los pasó y definió ante la salida de Diego Rodríguez para romper el cero y hacer delirar a la mitad de Avellaneda. Y, además, solamente 2 minutos después Romero -que le había comunicado al entrenador que lo dejé en cancha unos minutos más ante una lesión que arrastraba- mostró rapidez con su pierna zurda, fluidez mental, excelente categoría con la pelota y literalmente en una baldosa se dio vuelta, sacó un remate pegado a lado del Ruso y estampó el 2 a 0 para sentenciar la primera etapa de la mejor manera.

Ya en el segundo período Mauricio Pellegrino sacudió el banco e hizo ingresar a Federico Lucero y Claudio Aquino por Cristian «Cebolla» Rodríguez (lesionado) y Claudio Pisano, de muy flojo partido. El encuentro, sin embargo, siguió igual y el panorama se volvió más negro para el Rojo cuando el Torito Rodríguez le pegó una patada fortísima a Bou y vio la tarjeta roja que, sin dudar, le adjudicó el árbitro Delfino. Vera siguió insistiendo, primero con una tijera que se fue por arriba del travesaño y luego con un remate desde la puerta del área que se fue cerca. El visitante, con Luciano Lollo y Nico Sánchez como estandartes y figuras del partido, aguantó la ventaja para consumar el triunfo definitivo.

De esta manera, luego de cortar la racha de interminables años sin ganar en la casa del clásico rival (el último triunfo fue en 2001), en el Estadio Libertadores de América Racing quedó mucho más cerca de ingresar a la competencia internacional más importante de nuestro continente y que lleva dicho nombre. Paradoja del destino para el pueblo celeste y blanco, que culminó así un domingo inolvidable e histórico. Se volverán a ver las caras en siete días, en el Estadio Presidente Perón para cerrar la serie y saber finalmente quién será el ganador de la serie.