Hungría contra minorías y diversidades

Luego de la negativa del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de dar asilo a inmigrantes según estableció el Parlamento Europeo y desconocer la sanción económica de 1 millón de euros diarios que el país recibió por rechazar la iniciativa continental, esta semana los legisladores de Hungría sancionaron un proyecto de ley que prohíbe realizar la marcha anual del Orgullo LGBTIQA+.

De esta manera, Hungría no solamente es hostil para las personas que escapan de conflictos en sus hogares sino que, además, se convierte en terreno peligroso para las diversidades. Al respecto de la política oficial hacia los desplazados y refugiados, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) penalizó a la nación con un pago de 200 millones de euros y 1 millón diarios hasta cumplir con el fallo de protección internacional.

La medida, propuesta por el Partido Fidesz, al que pertenece el ultranacionalista Orbán, fue aprobada en Asamblea Nacional con el apoyo de la extrema derecha, con 136 votos a favor y 27 en contra sobre un total de 199 escaños.

Luego de la sanción positiva, legisladores opositores encendieron bengalas en el recinto y entonaron el himno de la Unión Soviética, a modo de protesta y alusión a la Oficina de Defensa de la Soberanía Nacional creada en 2023 por Orbán, que tiene como objetivo investigar y detectar injerencias extranjeras en Hungría, y que en febrero de 2024 provocó la apertura de un sumario de la Comisión Europea (CE) para la defensa de derechos humanos por el uso de tácticas de la antigua Rusia para acosar y presionar a las disidencias.