Esta semana, las federaciones de fútbol brasileña e inglesa anunciaron la igualdad de pago para sus selecciones masculinas y femeninas. La iniciativa de ambas naciones se suma a otros países como Australia, Nueva Zelanda, Noruega y Dinamarca.
El miércoles 2 de septiembre, en la presentación de las coordinadoras de fútbol femenino (las exjugadoras de la selección, Duda Luizelli y Aline Pellegrino), el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogério Caboclo, hizo pública la medida: habrá igualdad en el pago entre los jugadores y jugadoras de las principales selecciones brasileñas.
Esta medida está funcionando desde marzo de este año, de acuerdo a Caboclo. Esto significa que jugadores y jugadoras recibirán el mismo valor en las tarifas diarias y en los premios que les pagan por los periodos de preparación y partidos. Cuando se llevó a cabo el Torneo Internacional de Francia en el mes de marzo, las jugadoras cobraron la misma cantidad que los hombres en su etapa de convocatoria. «Lo que recibirán los hombres en el próximo Mundial será proporcionalmente igual a lo que propone la FIFA. No hay más diferencia de género, ya que la CBF está tratando a hombres y mujeres por igual», dijo Caboclo.
Inglaterra hace ruido en estos últimos meses en lo relacionado al fútbol femenino. El miércoles 2 de septiembre, Chelsea concluyó la compra más cara de la disciplina cuando contrató por 350.000 euros a Pernille Harder de Wolfsburgo. También llegaron al país jugadoras como Rose Lavelle y Sam Mewis a Manchester City u Ona Batle a Manchester United. Además, en consecuencia al anuncio de la CBF, desde la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) aclararon que desde enero las futbolistas cobran lo mismo que sus contrapartes masculinos por representar a la selección en cuanto a las tarifas y los bonos por partido.
Inglaterra y Brasil no fueron los primeros en tomar esta decisión. Australia lo hizo a fines del 2019: masculino y femenino reciben un 24% de lo que recauden y las mujeres viajarán en Clase Ejecutiva, al igual que como lo hacían los hombres. En 2015, las futbolistas habían cancelado un viaje completamente vendido a Estados Unidos por una disputa con la federación australiana porque consideraban que la paga era tan baja que era ilegal.
En 2017 en Noruega, país de la Balón de Oro, Ada Hegerberg, el equipo femenino recibió un aumento de un 93% de su salario en un intento por acercarse a la igualdad que, además, consistió en que el masculino también acepte rebajar su paga. Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia son otros países que también adoptaron la igualdad de pago entre las dos selecciones, mientras que en Estados Unidos siguen luchando en la Corte por su derecho a recibir la misma paga que el combinado nacional masculino.
