El joven trans se encontraba desaparecido desde 2017 tras salir de su casa rumbo a la escuela. Finalmente, cuatro años después sus restos fueron hallados en la Ruta Nacional 9 a la altura del kilómetro 12,5.
El Ministerio Público Fiscal salteño fue el encargado de brindar la confirmación, afirmando que las pericias odontológicas arrojaron una coincidencia al 100% con las del menor.
Cuatro años atrás, en la tarde del 16 de mayo de 2017, Cancinos se despidió de su papá para ir a una clase de Educación Física en el colegio Belgrano. El hombre le ofreció llevarlo en su auto hasta el establecimiento, ubicado relativamente cerca de la casa. Santiago se negó, quería ir por su cuenta. El padre le insistió, pero no hubo caso. Fue la última vez que se vieron.
Javier Cancinos, padre del joven, se refirió al lento accionar en la búsqueda de su hijo, al señalar: “Nunca se fijaron en los accesos de la ciudad o si vieron a un menor. Nada. En un principio se recibieron miles de llamados. La Fiscalía Penal 2 de Salta se hizo cargo de la investigación, pero no dio resultados. Se hicieron rastrillajes, pero no sirvieron de nada. Un año y medio después la causa se reactivó y hubo un cambio de fiscal, que amplió la zona de la búsqueda, pero tampoco hubo resultados”.
Cabe destacar el franco desconocimiento de la Ley de Identidad de Género en cuanto a la autopercepción de Santiago por parte de la Justicia, la organización Missing Children y también en la página oficial de personas desaparecidas del Gobierno Nacional, donde se empeñaron en utilizar el nombre que le fue otorgado cuando nació.
Asimismo, estos días ante el hallazgo de sus restos, más de un medio de comunicación violó la Ley 26.743 y continuó refiriéndose al joven con pronombres femeninos, llamándolo por un nombre que no lo identificaba en vida, en un acto de violencia simbólica.