En la era digital que transitamos en la actualidad, la presencia de la tecnología desde una edad temprana transformó la forma en que los niños/as interactúan con el mundo. Este fenómeno conlleva a una serie de beneficios y desafíos que deben ser evaluados cuidadosamente por los padres y, en algunos casos, con expertos.
Algunos de sus beneficios podrían ser el acceso a recursos educativos, como aplicaciones y programas diseñados específicamente para niños, porque estos pueden mejorar el aprendizaje temprano, facilitando el desarrollo de habilidades básicas como el lenguaje. Algunas personas mayores de 20 años son más propensas a tardar más en aprender cosas que un niño de 10. Un ejemplo de esto sería el uso de aplicaciones interactivas que enseñan vocabulario o conceptos matemáticos a través de juegos educativos, y algunas de estas aplicaciones son Monster Math, ABC mouse o endless alphabet.
La tecnología ayuda también al desarrollo de habilidades cognitivas: juegos y actividades en línea pueden estimular el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad desde una edad temprana. Algunos ejemplos serían juegos que requieren resolver puzzles o realizar actividades de pensamiento lógico.
Uno de los factores importantes es la preparación para un futuro digital, en donde vamos a estar «llenos de tecnología» por todos lados y vamos a necesitar de la ayuda de los “niños”. Tenemos que familiarizarnos más con los adultos mayores. Deberíamos de aprender habilidades básicas como poder navegar por internet o descargar archivos, aplicaciones, etcétera.
Los desafíos de la misma son la dependencia digital, el uso excesivo del dispositivo a nivel de llegar a una dependencia, este puede llegar a afectar el tiempo de actividades cotidianas, comer, dormir, ir al colegio, aprender, trabajar.
Esto puede llegar a afectar también las actividades al aire libre de los niños, como ir al parque o interactuar con otros niños.
También se puede ocasionar un impacto en el desarrollo social y emocional del mismo, el uso intensivo limita las habilidades sociales y emocionales del individuo puede llegar a generarse una falta de empatía y la ansiedad al ver a los otros, denominado ansiedad social.
Algo de lo que se habla muy poco y se está dando a conocer ahora es la exposición a contenidos inapropiados, como en aplicaciones como TikTok o X (antes Twitter), donde los niños acceden accidentalmente o intencionalmente a contenidos inadecuados para su edad, como videos o imágenes con violencia o contenido sexual.
Para formalizar con una conclusión, es crucial encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y otras actividades importantes para el desarrollo infantil. Los padres deben establecer límites claros y supervisar el contenido al que los niños tienen acceso. En última instancia, la tecnología puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y el entretenimiento infantil, pero su uso debe ser guiado con responsabilidad para garantizar un desarrollo integral y saludable de los niños en la era digital.
Artículo elaborado especialmente para puntocero por Desireé Carbia en el marco de las Actividades de Aproximación (ACAP) al mundo del trabajo, de los estudios superiores y la formación de ciudadanía.