Las mejores (y peores) series del año

Se acercan las Fiestas y es el momento ideal para hacer un balance del año que se está yendo.
2015 fue un año movidito, de muchos cambios y bastante estresante. Por suerte, la vida real no nos importa demasiado cuando sabemos que podemos pasarnos horas y horas frente al televisor o la computadora. Por lo menos ese es mi método para no hacerme cargo de los problemas. Este año tuve bastante tiempo al pedo y pude ver muchísimas series, por eso me gustaría hacer un raconto de lo mejor, lo peor y algunas otras cositas.
Antes que todo, no me odies por mis decisiones. Escucho contraofertas.
Si habría que darle un premio a algo o alguien en este 2015 ese galardón sería, definitivamente, para Netflix. Voy a decir que al principio tuve mis dudas sobre la calidad de series y películas que este servidor presenta. Pero como es la casa oficial de «Wet Hot American Summer», «House of Cards», «Sense8», «Narcos», «Grace & Frankie», «Fargo» y de otras que hablaremos más tarde, posta que le digo gracias.
Para todos aquellos que se toman vacaciones yo les digo que mejor lo piensen dos veces: este es un gran momento de la vida para encerrarse bajo el aire acondicionado y mirar millones de series.

Lo mejor del año

«Mad Men». El fin de una era. Una temporada que nos la hizo parir en dos. La culminación significó un gran cambio para aquellos que seguíamos la serie. No solo fue el final de Don Draper, sino que tuvimos que aprender a decirle adiós a todo el resto de los personajes que tanto hemos querido a lo largo de esta historia. Mucho se especuló si el jueguito sádico con la muerte de Don iba a tener su consecuencia, pero el final fue épico, abierto y muy emotivo. Le dieron el gusto a sus espectadores y cerraron cada una de las historias.
«Jessica Jones». Una joyita más de Netflix. Esta serie tiene sus orígenes en un comic de Marvel y cuenta la historia de una joven que, luego de un accidente automovilístico en el que muere toda su familia, comienza a tener súper poderes. La serie es genial, graciosa y los personajes muy bien armados. La idea de que ella (y algunos otros) tengan poderes y vivan en el mundo real está muy bien construido.
«Game of Thrones». Ok, acá va una para el público. Voy a ser honesta, dejé de seguir esta serie después de la segunda temporada. No me odies. La realidad es que tengo que portarme bien y seguir las tendencias internacionales. Nadie puede decir que este no fue el año de «Game of Thrones». Miles de memes, merchandising y actores suplicando por formar parte del mundo de George R.R. Martin (quien, para mí, necesita un programa propio) hacen que me vea obligada a considerar esta serie que no veo más en la lista.
«Master of None». ¿Qué pasa cuando lo indie se vuelve mainstream? Depende. En este caso, brilla. Aziz Ansari es de lo mejor que le pasó a la comedia en los últimos años. Sobre todo al stand up, así que si tenés la posibilidad de ver alguno de sus especiales o leer su libro, creeme, no te vas a arrepentir. Aziz se hizo conocido por formar parte de «Parks and Recreations» y esta es su primera serie como guionista y actor principal. Cuenta la vida de Dev, un aspirante a actor que vive su vida como puede.
«Scream Queens». Odio que se lo considere como el regreso de Ryan Murphy, porque el tipo nunca se fue. Simplemente tuvo un fracaso con «Glee» y «The New Normal». Pero él siempre estuvo ahí, al pie del cañón. Convengamos que «American Horror Story» sigue siendo el show más terrorífico (en el buen sentido) de la historia de la televisión. Yo no recuerdo haberme asustado tanto en la vida. En fin, Ryan esta acá y no se va a ningún lado. En este caso la mezcla entre el horror, adolescentes, humor y un slasher (asesino serial) es perfecta. Ryan es un fanático de «Psicosis» de Alfred Hitchcock y por eso no pudo dejar de tener a la hija de Janet Leigh como protagonista. Por suerte, esa hija es nada más y nada menos que Jamie Lee Curtis.
«Empire». Por alguna razón inexplicable una serie que se parece más a una novela mexicana que a cualquier otra cosa hizo estragos en Estados Unidos, y así es como comenzó el fanatismo por «Empire». La historia es la de una familia y su negocio familiar. El tema es que el negocio es una compañía de música de hip-hop llamada Empire Enterprises y la familia es un drama: traiciones, amores prohibidos, muchos cantantes y familiares involucrados en el mundo del espectáculo hacen de esta novela un coctel atrapante.
«Jane the Virgin». Ahora sí, una novela hecha y derecha que se hace cargo de su género. Obviamente, con mucho humor e ingenio. La historia es la de Jane, que accidentalmente quedó embarazada y era virgen, mediante una inseminación artificial por la hermana de el que vendría a ser el padre de su hijo en cuestión. La serie es Genial con G mayúscula.
«Crazy ex-girlfriend». Quizás la decisión más femenina de todas. Amo los musicales y las minas locas. Ok, me gusta cantar y estoy chiflada, por lo tanto es muy difícil no sentirme identificada con esta serie. Rebecca es una exitosa abogada de New York que sufre un ataque de pánico por el rumbo que su vida está tomando y decide mudarse a una ciudad pedorra en California. Casualmente, o no tan casual, su exnovio de la juventud vive ahí. Esta comedia musical es muy entretenida aunque, obviamente, te tienen que gustar las comedias musicales.

Lo peor del año

«True Detective». Luego de una primera temporada exitosa, todos teníamos muchas expectativas en cuanto a la segunda de esta serie. Todo el mundo quería participar de la vuelta y, sin embargo, eligieron a los actores más extraños del mundo. Colin Farrell no es que sea mal actor, pero tiene que estar muy bien dirigido para que brille, y este no fue el caso. Y Vince Vaughn. ¿Posta? Espero que a todos les haya quedado en claro que este hombre no puede ser un actor dramático, simplemente no está en su sangre, no lo tiene. Es gracioso, genial. Pero este papel le quedaba muy grande e hizo de esta serie un embole y ni hablar de la actriz que hacía de su esposa, una pelirroja que tiene cara de que está por llorar todo el día, como Romina Gaetani. Una de estas minas que detesto de solo mirarlas. Ok, ponele que él solo no fue el problema de esta serie, la verdad, pobre hombre, la historia de su personaje era de lo más aburrida del mundo y el final, please, ese final fue de lo peor del siglo. La tercera protagonista de esta serie fue Rachel McAdams, que nadie daba ni un peso por ella, y terminó como lo mejorcito. Realmente un fiasco la historia, el guion, los personajes, las actuaciones. Puaj.
«Better Call Saul». Ya puedo escuchar a los fanáticos que me insultan. Sorry, no me gustó, no me enganchó, me quedé dormida en el tercer capítulo y, desde ese entonces, nunca más pude retomarla con el mismo interés. Yo también era mega fanatica de «Breaking Bad». Y sí, los capítulos sobre Mike son lo más. Pero el resto dejó bastante que desear… qué sé yo. Me da la impresión, a veces, que Netflix es un arma de doble filo. Porque saben que tienen algún tipo de privilegio que las series que salen por TV no tienen y se dan algunos lujos que no deberían. No sé si se entiende. Netflix tiene la posibilidad más laxa con las series, no hay quien los apure si se quieren tomar todo el tiempo del mundo para empezar a contar una historia. No hay horarios pautados y hasta a veces podés ver todos los capítulos de un tirón. En este caso esa libertad les jugó en contra, para mí el comienzo fue un embole. Y vos sabés, las primeras impresiones son lo más importante.
«Orange is the New Black». La más flojita de las temporadas. Y eso que la esperaba con ganas. Fue un bodrio, la relación entre Alex y Piper ya no es lo que era. Imaginate que lo mejor que tuvo la serie fue a Ruby Rose (que sí, es lo mejor) pero que fue un personaje bastante secundario.
«Girls». Una temporada en la que no pasó nada de nada. Un poco más de lo mismo, nada especial en el ya nada especial mundo de «Girls». Se nota que es hora de un cambio y esperemos que lo puedan dar para que vuelva a ser la serie que amábamos.