Los vrutalistas

Este jueves 6 de marzo se estrena «Vrutos» de Miguel Bou, que el año pasado ganó el premio a Mejor Película y Mejor Dirección en la Competencia Argentina en el 25° Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). Con actores reconocidos y emergentes, Bou trae un relato barrial trazado por dilemas sobre la violencia y el delito.

Brian (Gregorio Barrios) es un joven que vive en Lugano y se desespera por su ambición de convertirse en un delincuente respetado, pero su padre Marcelo (Dante Mastropierro) ya conoce la violencia y quiere impedir ese futuro para su hijo. Brian insiste y se cuela en cuanto conflicto se le cruza, desafiando el destino que le augura su padre.

El lienzo que construye esta película es de un blanco y negro que ciertamente realza la imponencia del barrio como expresa Bou sobre su búsqueda estética. El fuerte contraste y los planos generales descubren una belleza ignorada por la falsa mirada condoliente que ofrecen los medios de comunicación y el imaginario clasista.

Dentro sucede la trama que intenta dejar de manifiesto un sistema de desigualdades y, para hacerlo, se apoya en que los personajes expresen sus dilemas mediante diálogos confrontativos, todo el tiempo todos discuten por cómo hay que hacer las cosas. Pero esas discusiones, además, son exposiciones camufladas, los personajes no tienen movimiento, no se interpelan, se usa la pantomima de la discusión para que cada uno haga una exposición de su postura y la repita sin evolución.

Los planos largos y los pocos cortes dejan a los actores con un exceso de tiempo en cada escena que se siente y quedan demasiado solos para intentar crear una curva dramática con disparadores de diálogos y, probablemente, improvisación. La verdad que pueden contener en sus interpretaciones Dante Mastropierro y Diego Alonso, pierden fuerza por aferrarse a una idea de ritmo mientras la escena pide a gritos otros mecanismos de montaje.