Más edad, menos pueblo

Pese a las protestas y cese de actividades que se multiplicaron en Francia en la última semana, el Senado aprobó en la noche del sábado la media sanción que necesita el proyecto para convertirse en ley y extender de 62 a 64 años la edad jubilatoria mínima en 2030, además de extender de 42 a 43 años para cobrar una pensión completa.

Con 195 votos a favor y 112 en contra, las y los senadores dieron curso a la iniciativa y «se dio un paso importante», aseguró la primera ministra Elisabeth Borne, a la espera de la decisión que se tome esta semana en la Asamblea Nacional en la Cámara Baja. «A pesar de los intentos de obstrucción por parte de ciertos grupos, el debate democrático se llevó a cabo», destacó la representante francesa.

Asimismo, y pese a las manifestaciones en todo el país días atrás y que reunieron a más de 370.000 personas opositoras al proyecto, Borne afirmó que «el Gobierno pondrá toda su energía hasta llegar al final de este proceso y que el texto sea votado». Cabe destacar que las reiteradas marchas alcanzaron su máximo número en la convocatoria con 1,3 millones de personas el 16 de febrero, 300.000 de estos en la capital, París.

Por otro lado, el presidente Emmanuel Macron negó la posibilidad de reunirse con representantes sindicales para discutir una solución a la problemática. Precisamente, Philippe Martínez, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), advirtió: «Cuando hay millones de personas en las calles, cuando hay huelgas y todo lo que obtenemos de la otra parte es silencio, la gente se pregunta: ¿qué más tenemos que hacer para que se nos escuche?» y solicitó el desarrollo de un referéndum para definir el tema. «Ya que está tan seguro de sí mismo, el Presidente de la República debería de consultar al pueblo. Veremos cuál es la respuesta», proclamó el gremialista.