MMS: la mentira detrás del «remedio» viral

En los últimos años surgió una preocupante tendencia en internet: la promoción de la Solución Mineral Milagrosa (MMS) o dióxido de cloro como una cura milagrosa para una amplia variedad de enfermedades, desde el cáncer hasta el COVID-19.

Esta sustancia, altamente tóxica, fue promocionada en redes sociales y plataformas de venta online como una alternativa segura y efectiva a los tratamientos médicos convencionales. Sin embargo, la evidencia científica es abrumadora, rechaza estas afirmaciones y advierte sobre los graves riesgos para la salud asociados a su consumo.

¿Qué es el MMS y por qué es peligroso?

El MMS es una solución acuosa de clorito de sodio que, al activarse con un ácido, produce dióxido de cloro. Presenta color amarillo verdoso, con un olor fuerte y desagradable. Se utiliza principalmente como desinfectante para agua y superficies. Es importante destacar que no está aprobado para su uso interno en humanos por ninguna agencia reguladora de salud.

Estudios científicos como los publicados en la revista española Farmacia Hospitalaria demostraron que el dióxido de cloro puede causar graves daños a la salud, incluyendo vómitos severos (por su intensidad y prolongación en el tiempo), diarrea (llevando a deshidratación y desequilibrio electrolítico), daño renal y hepático (ambos órganos  involucrados en la desintoxicación del cuerpo), methemoglobinemia (condición que se produce cuando la hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en la sangre, se oxida y pierde su capacidad para transportarlo. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, dolor de cabeza y coloración azulada de la piel).

La importancia de la evidencia científica

Es fundamental basar nuestras decisiones sobre salud en evidencia científica sólida y consultar siempre a profesionales de la salud. Publicaciones de la Revista de Antropología Social de Cataluña y repositorios académicos como el de la Universidad Nacional de Córdoba ofrecen acceso a investigaciones rigurosas que nos permiten evaluar la eficacia y seguridad de diferentes tratamientos.

Por lo tanto, el MMS es una sustancia peligrosa que no tiene ningún beneficio comprobado para la salud. La promoción de este producto como una cura milagrosa es una práctica irresponsable que puede poner en riesgo la vida de las personas. Es crucial difundir información precisa y actualizada sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias no reguladas y fomentar el pensamiento crítico ante cualquier afirmación que carezca de evidencia científica.