No será un año tranquilo

Si deseamos comenzar el 2022 con esperanza y paz luego de un año difícil de llevar a raíz de las nuevas variantes del COVID-19, el futuro nos muestra una tensa calma que podría desencadenar una nueva escalada impensada y únicamente provocada por las potencias mundiales: Rusia y Estados Unidos.

El pretexto (o la excusa esta vez) está puesta sobre Ucrania y su conflictiva relación con el Kremlin y Vladimir Putin, que en las ultimas semanas elevaron los discursos contra la Casa Blanca por los movimientos de milutares cercanos a territorio ucraniano. Por su parte, Estados Unidos movilizó tropas cercanas a Ucrania y equipos antimisiles en países como Polonia y Rumania. Esto fue tomado como una provocación para el gobierno ruso.

Desde los países nórdicos ven como una peligrosa desestabilización regional la movilización por parte de Occidente desde Rusia hacia Ucrania. Se encendió la alerta amarilla luego de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos también movilizaron a sus ejércitos hacia el lado este de Europa y Rusia decidió hacer lo mismo, como símbolo de auto defensa, en caso de acercarse más.

Por su parte, Putin advirtió que su gobierno responderá con medidas técnicas y militares si Occidente sigue mostrando maniobras militares en Ucrania. Para el Presidente, hay una delgada línea roja interna en Ucrania y, una vez cruzada, Rusia no se quedará sin tomar cartas en el asunto, verá amenazada su integridad y su defensa, tal como manifestaron desde el Kremlin.

En las ultimas semanas, también solicitó a Joe Biden de que la OTAN no siga su expansión hacia el este, estos movimientos son considerados «provocadores» y se acercan a la frontera rusa. La escalada de tensiones sigue en aumento. Por su parte, Estados unidos alertó la movilización de fuerzas de Rusia en alrededor de 175.000 soldados cerca de sus fronteras con Ucrania y acusan a Putin de querer realizar una ofensiva contra Ucrania a principios de 2022.

Las acusaciones son cruzadas y Rusia emite el mismo comunicado, advirtiendo que la OTAN y el pequeño país del este europeo están avanzando sobre sus fronteras. El ministro de defensa ruso, Serguei Shoigu, informó a medios locales que en Ucrania se prepara algún tipo de ataque con armas químicas en la región para provocar un incidente y así encender la mecha que iniciará un conflicto sin precedentes entre las dos potencias más grandes, algo que desde la Guerra Fría no se veía.

Por ahora, la única propuesta concreta que hay sobre la mesa fue de parte de Putin, quien pidió a los Estados Unidos firmar un acuerdo donde la OTAN se retire del Este y del país en cuestión, así como también retirar sus armas y que no haya relación con Ucrania. Asimismo, acusó a Estados Unidos de retirarse de los acuerdos y no respetar los tratos como lo hizo en 2020. Por eso es poco creíble que, con la firma de un acuerdo, igualmente se pueda respetar esta relativa paz.

El anteriormente detallado conflicto crece con pasos silenciosos y el mundo entero deberá posar la vista con atención en los próximos meses y, en caso de concretarse, podría llegar a una escalada de violencia inexplicable debido al nuevo armamento que poseen ambas naciones y que podrían llegar a utilizarse. El territorio de combate podría llegar a ser el Este ucraniano o alguna región rusa como  Crimea, donde también estuvo en disputa a principios de este año. El tablero entre los dos grandes armamentistas nucleares está iniciándose y los próximos pasos serán claves para corroborar este potencial riesgo.