No toda lluvia trae calma

lluviasNo todos recibieron el año con una sonrisa. En Quellouno, en la provincia de La Convención (Cusco), Perú, la noche del 31 de diciembre comenzó con una lluvia ininterrumpida por 5 horas, lo que ocasionó el desborde del río Quellomayo y huaico, una avalancha que, en lugar de ser nieve, se trata de tierra y árboles.
Debido a esta crecida, la población de la zona quedó sin servicio de agua potable, ya que las instalaciones quedaron sepultadas, además del derrumbe de casas y la destrucción de la ruta de acceso desde y hacia Cusco. Pese al desastre natural que se originó, no hay que lamentar víctimas fatales aunque sí más de 10.000 afectados, muchos de ellos trasladados hacia el centro educativo Santa Rosa de Lima.
QuellounoAsimismo, Defensa Civil puso manos a la obra y acercó alimentos y agua potable a las casi 10.000 personas damnificadas, además de comenzar con los trabajos de recuperación de la zona, aunque también expresaron que la ayuda no es suficiente.
Uno de los habitantes describió a un medio local la sorpresiva situación: “Era como si todo el cerro se viniera sobre nosotros. Apenas pudimos saltar de nuestras camas, coger algunas ropas y salir corriendo todos de nuestras casas”. Además, destacó la rápida respuesta del poblado, porque “felizmente, el desastre no pasó a mayores”.