Nuestras diosas internas

La naturaleza humana (especialmente la femenina) es fascinante. Cuántos matices, cambios, contradicciones. En astrología, uno de los cuerpos que se observa para descubrir esa naturaleza es la Luna, y se mira porque, justamente, es la más rápida en recorrer el zodíaco, ya que para dar la vuelta al mismo tarda 28 días y tiene cuatro cuartos: creciente, llena, menguante y nueva. Es decir que los cambios de humor son bastante rápidos.

Hasta hace unos años se ponía mucho énfasis en este satélite que, para la astrología, se lo toma como planeta porque la Luna representa el pasado, la madre y las raíces psíquicas heredadas, lo que más conocemos y a lo que más nos sujetamos para sostenernos. También se dice que es muy importante ver la luna en nuestro tema natal porque es lo que más presentamos y lo que más repetimos, si bien el sol y el ascendente forman parte de la trimurti astrológica junto con la luna, esta última es la que más tenemos que transmutar y definir para que el recorrido del sol haga su trabajo y el ascendente reafirme la tarea que se vino a realizar.

Astrología arquetípica

Ya hace unos años, gracias a Carl Jung,  la astrología arquetípica está aportando un gran avance, y la doctora Shinoda Bolen, analista junguiana y profesora de psiquiatría, también aportó lo suyo. Cuando leí por primera vez su libro quedé seducida porque pudo (a través de la mitología y la psicología) encontrar la forma de ver las diosas de cada mujer… y es así como se llama el libro.

Ella cuenta qué la llevó a realizar este texto: siempre se preguntaba por qué algunas mujeres valoran el matrimonio y la familia y otras la profesión y la fama. O por qué una misma mujer se comporta de acuerdo al entorno que la rodea, es decir, introvertida en su casa y extrovertida en su trabajo y viceversa. Explica que esto sucede porque “cuanto más compleja es la mujer, hay más diosas activas dentro de ella, la tarea es saber cuál cultivar y cuál superar”.

Tal es así, que pudo a través de su vida como psiquiatra reconocer y entender la psicología femenina. Además, en el libro expresa lo siguiente: “La perspectiva junguiana me ha hecho consciente de que las mujeres están influidas por poderosas fuerzas internas o arquetipos, que pueden ser personificadas por las diosas griegas. Como consecuencia, yo veo a cada mujer como una mujer intermedia, impulsada desde adentro por arquetipos de diosas y desde afuera por estereotipos culturales”.

Pero esto no es todo, y prosigue: “Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen en ella, obtiene el poder que ese conocimiento proporciona. Las diosas son fuerzas poderosas e invisibles que moldean la conducta e influyen en las emociones”. Asimismo, agrega que “cada mujer posee dones otorgados por la diosa, que ha de aceptar con agradecimiento y sobre los que tiene que aprender. Cada mujer tiene también riesgos otorgados por la diosa que debe reconocer y superar para cambiar”.

En definitiva, para aquellos a quienes les aburre la mitología podemos hacer un juego que podríamos llamar “Dime qué diosa te gusta y te diré qué diosa prevalece en ti”. Para eso te tiro algunas pautas y modelos psicológicos de cada una de ellas.

Las diosas vírgenes: Artemisa, Atena y Hestia

Cuando hablamos de vírgenes es “completa en sí misma”, no necesita varón para “ser”. “Una parte importante de su psiquis no pertenece a nadie”, aclara la autora.

Las diosas vírgenes siguen sus propios valores internos, independencia de lo que piensen los otros, no siguen patrones masculinos, tienen su objetivo bien marcado y van hacia ello, pueden pasar periodos de tiempo bastante largos sin pareja y eso no es conflictivo para ellas, son mujeres independientes económica y socialmente, no saben poseer ni quieren ser poseídas, pueden cuidarse a sí mismas y tienen autoconfianza y espíritu de independencia.

Las diosas vulnerables: Hera, Deméter y Perséfone

En la mitología, estas tres diosas fueron raptadas, dominadas y humilladas por dioses masculinos (igualmente la mitología no se lee tan lineal). En estas tres diosas vemos la parte de nuestra psiquis donde le entregamos el poder al otro para poder ser. En estas diosas el enfoque está puesto en los otros más que en ellas mismas.

Necesitan ser aprobadas, son más nutricias y amas de casa. son más dependientes y de relaciones duraderas, son mujeres más tradicionales, no saben poner límites y suelen tener una apariencia desprotegida.

La diosa alquímica: Afrodita

¿Por qué alquímica? Por lo mágica y por el proceso de transformación que siempre tenía, es como una especie de hechicera. Todos, e incluso mujeres, quedan obnubilados por su presencia. Esta es una diosa magnética, nunca pasa desapercibida y, tal es así, que por su belleza todos los dioses del Olimpo (incluso mortales) querían tener relaciones con ella.

Les encanta arreglarse, perfumarse y ser atractivas todo el tiempo. Son irresistibles, magnéticas, buscan generar relaciones y a la vez es tremendamente independiente, es muy importante la intensidad emocional y sexual, necesitan estar continuamente enamoradas, son mejores amantes que madres y prefieren educar a los niños en la creatividad que en el rol social.

Bueno, ahora es tu turno de investigar qué diosa prevalece en vos.