Por la otra mitad de la gloria

Foto. Reuters
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Hay un equipo del fútbol argentino que pelea por el Torneo Inicial y la Copa Sudamericana, los dos frentes siguen intactos para el Grana, con el mismo plantel, sin lesionados, con todo para ganar y con los últimos diez partidos sin derrotas (6 por la Copa y 4 por torneo local). Guillermo Barros Schelotto le imprime su personalidad de futbolista a un equipo con identidad, inteligente, con buen juego y luchador, que fue a Paraguay para ganarle 2 a 1 a Libertad y en la Fortaleza del Sur logró otro 2 a 1 para sellar su pase a la gran final de la Copa.
Foto: AFP
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Diego «Pulpo» González marcó el primer gol del partido, con una asistencia de cabeza de Santiago Silva, un jugador fundamental en el esquema de Guillermo, para definir cruzado y a un ángulo, con un desvío que sirvió también para descolocar al arquero de Libertad. El empate del equipo paraguayo llegó con un tiro libre de Jorge González, cuando la barrera se abrió y la pelota sorprendió a Agustín Marchesín, pero a los pocos minutos Jorge Pereyra Díaz fue derribado en el área y el árbitro cobró penal. Fue Paolo Goltz quien convirtió, con un pómulo y la pera cortados, sin importar que le caiga sangre en su cara y le dio la clasificación al Grana.
El rival de la final es el Ponte Preta de Brasil, que viene de eliminar al último campeón: Sao Paulo. Lo más sorprendente es que en el torneo local está prácticamente descendido. El partido de ida será el miércoles 4 de diciembre en el estadio Pacaembú, en tanto que la revancha se jugará el 11 de diciembre en la Fortaleza del Sur. La ciudad donde se jugará la final trae el mal recuerdo a Tigre, que tuvo que irse en el entretiempo del estadio Morumbí por agresiones de gente del Sao Paulo y obligó al árbitro a suspender el partido, en un papelón que recorrió el mundo.
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La última vez que Lanús jugó una final de un torneo internacional fue en 1997, cuando definió la Copa Conmebol 1997 contra Atlético Mineiro y el encuentro terminó en una batalla campal. Si gana la Sudamericana, el equipo del Sur podrá tener revancha contra el equipo brasileño, campeón de la Copa Libertadores, y sería por la Recopa Sudamericana. Además, si es el campeón de la otra mitad de la gloria, se asegura un pasaje directo a Japón para enfrentar al Kashiwa Reysol por la Suruga Bank.
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El último título internacional de Lanús fue en 1996, cuando le ganó la final de la Copa Conmebol a Independiente Santa Fe de Colombia. Ahora, 17 años después, el Grana tiene todo para levantar un trofeo y ser un digno representante del fútbol argentino.