Protocolo de acompañamiento

El Gobierno de la provincia de Buenos Aires aprobó este viernes un documento con recomendaciones puntuales para el sector de trabajadoras y trabajadores de la salud y personas que realicen acompañamiento a pacientes por coronavirus en el territorio bonaerense.

Publicado en el Boletín Oficial bajo la Resolución 1.436 del Ministerio de Salud, el protocolo «enfatiza la importancia de la función de acompañamiento por parte del Estado». De esta forma, se dieron a conocer una serie de factores a tener en cuenta en los casos positivos por COVID-19 para evitar la propagación del virus y no aislar a quienes padecen la enfermedad.

Acerca de la situación sanitaria en la provincia, el gobernador Axel Kicillof expresó en una videollamada este jueves para relevar información junto al Comité de Expertos, que “el porcentaje de ocupación de camas es relativamente estable, particularmente de las terapias intensivas”, aunque “no podemos relajarnos. Hoy no estamos en una situación de saturación, pero tenemos una tasa de ocupación del 64%, distribuida de una manera heterogénea”. Por lo tanto, “tenemos que seguir controlando la movilidad y apelando a los cuidados personales. Sabemos que esta situación genera angustia y muchas dificultades, pero la única forma de evitar los contagios es el aislamiento y el distanciamiento”, afirmó.

Cuidados y cuidadosos

Entre las consideraciones del documento provincial, se manifiesta facilitar un celular para estar en contacto con los allegados de la persona internada, además de organizar un equipo interdisciplinario para el acompañamiento integral y el de sus familiares, quienes deberán contar con información clara y regular sobre el estado de salud, tratamiento y pronóstico.

Sobre la presencia constante de alguien cercano al paciente, esto dependerá de la capacidad de las instalaciones, pero debe contemplarse con rigurosidad «en los casos de padecimientos severos en salud mental y personas con discapacidad». También, de tratarse de niñas, niños o adolescentes, se recomienda que un «referente afectivo» realice en conjunto la internación, siempre respetando las medidas preventivas necesarias y permanencia en la habitación.

Finalmente, otra de las situaciones que establece el protocolo se vinculan con posibles casos de discriminación, a los que el personal de la institución deberá considerar para su atención.