Que sea hipócrita no significa que esté equivocada

El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata cuenta en esta 38° edición con la sección “Cine y Cómics” en la que se explora a la influencia mutua entre estos dos ámbitos a partir de tres películas de distintas épocas y latitudes que recurren al universo de los cómics como materia prima.

En este trío se encuentra “Shortcomings”, el debut como director de Randall Park, a quien conocemos más por su trabajo frente a cámara en tanques como la saga de Ant-Man y la serie «WandaVision» o algunas producciones más pequeñas y que exploran las particularidades de la comunidad asiático-americana como «Always be my maybe» y «Fresh of the boat».

Este film está basado en la novela gráfica homónima de Adrian Tomine, creador de la serie de cómics «Optic Nerve», publicación en la que apareció por primera vez esta historia, previa a su edición como novela independiente en 2007.

«Shortcomings» nos presenta a Ben (Justin H. Min), un joven asiático-americano apático y desencantado que alguna vez soñó con ser director de cine, pero hace tiempo dejó de intentarlo. Ben está en pareja con Miko (Ally Maki), quien está en un momento muy distinto de su carrera, siendo aclamada por su trabajo en un festival de cine centrado en la comunidad asiático-americana que Ben no ve con buenos ojos. Debido a las diferencias de criterios y el desgaste de los años de pareja, Miko le pide a Ben tomarse un tiempo mientras se va por 3 meses a New York (la otra punta del país) por una prestigiosa pasantía. Ben intentará encontrarle un nuevo rumbo a su vida, acompañado de su fiel amiga Alice (Sherry Cola), quien tiene sus propios problemas con las relaciones amorosas y el compromiso.

Dentro de esta fachada de comedia romántica se encuentra en verdad una comedia dramática que explora la vida de estos jóvenes haciendo foco en las particularidades de la comunidad asiático-americana sin dejar de lado las subjetividades de cada personaje.

La temática racial está clara desde un principio: lo primero que vemos es el final de una película ficticia que se proyecta en el festival de Miko y que desata una discusión sobre la importancia de la representación de las diversas comunidades en las producciones mainstream y si toda representación es valiosa o no.

La ópera prima de Park logra ser explícita en las temáticas que decide tratar sin perder la capacidad de integrar esos temas a la experiencia particular de Ben, Miko y Alice, presentando personajes complejos, conflictuados y con muchas falencias. Revisa problemáticas complejas como los mandatos familiares y el fetichismo racial a partir de la comedia y no teme en dejar mal parados a sus protagonistas. Tal como expresa Alice en una de sus muchas conversaciones con Ben, donde intentan mutuamente resolver la vida del otro, “que sea una hipócrita no significa que esté equivocada”.

Con una dirección de arte y composición minimalista pero no por eso menos detallista, Park logra construir un relato interesante y muy disfrutable que reflexiona sobre personajes particulares, dentro de una comunidad en particular, viviendo experiencias universales: las relaciones familiares, el amor, el desamor y la adultez.