Acompañando duelos de infancia

La pérdida y el duelo son experiencias universales que afectan a personas de todas las edades, incluidos los niños. A menudo, la sociedad subestima la capacidad de los niños para entender y procesar el dolor de la pérdida. Pero es crucial reconocer que los niños también enfrentan desafíos significativos cuando se enfrentan a la muerte de un ser querido, la separación de un cuidador o cualquier otra forma de pérdida importante en sus vidas. En este artículo, exploraremos el proceso de duelo en la infancia, sus manifestaciones y cómo los adultos pueden brindar un apoyo efectivo a los niños en estos momentos difíciles.

¿Cómo experimentan el duelo los niños?

El duelo en los niños puede manifestarse de diversas formas y estas pueden variar según la edad, el nivel de desarrollo, las experiencias previas y la naturaleza de la relación con el ser perdido. Aunque los niños pueden no expresar su dolor de la misma manera que los adultos, es importante reconocer que tienen sus propias formas de procesar la pérdida.

Expresión emocional: los niños pueden experimentar una amplia gama de emociones, que van desde la tristeza y la ira, hasta la confusión y el miedo. Es crucial permitirles expresar estas emociones de manera abierta y sin juicios, ya sea a través del llanto, la rabia, el silencio o el juego.

Cambios en el comportamiento: el duelo puede manifestarse en cambios en el comportamiento de los niños. Pueden volverse más retraídos, irritables, desafiadores o regresivos en su desarrollo. También pueden experimentar dificultades para dormir, cambios en el apetito y problemas de concentración.

Preguntas y búsqueda de significado: los niños pueden tener preguntas sobre la muerte y el proceso de duelo. Pueden necesitar entender qué significa la muerte, a dónde va la persona fallecida y si tienen alguna responsabilidad en la pérdida. Es importante proporcionar respuestas honestas y adaptadas a su nivel de comprensión, evitando conceptos abstractos y ofreciendo información clara y reconfortante.

Rituales y recuerdos: los niños pueden buscar maneras de recordar y honrar a la persona perdida. Pueden participar en rituales funerarios, crear dibujos o escribir cartas como una forma de expresar su amor y procesar su dolor. Estos rituales pueden brindarles consuelo y ayudarles a sentirse conectados con la persona fallecida.

Apoyo para niños en duelo

Como adultos, podemos desempeñar un papel fundamental en apoyar a los niños que están experimentando el duelo. Aquí hay algunas estrategias para ofrecer un apoyo efectivo.

Fomentar la comunicación abierta: crear un ambiente en el que los niños se sientan seguros para expresar sus emociones y hacer preguntas sobre la pérdida.

Validar sus sentimientos: reconocer y validar las emociones de los niños, sin minimizar su dolor o tratar de “arreglar” su tristeza.

Proporcionar información clara y honesta: ofrecer respuestas adecuadas a sus preguntas sobre la muerte, utilizando un lenguaje simple y comprensible para su edad.

Mantener rutinas y ofrecer consuelo: mantener rutinas diarias estables puede brindar seguridad y predictibilidad a los niños en un momento de gran cambio. Además, ofrecer consuelo físico y emocional puede ayudarles a sentirse seguros y apoyados.

Buscar ayuda profesional si es necesario: si el duelo de un niño parece estar afectando significativamente su funcionamiento diario o si muestra signos de dificultades emocionales más graves. Es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud mental especializado en el tratamiento del duelo infantil.

En conclusión, el duelo en la infancia es una experiencia compleja que requiere comprensión, paciencia y apoyo por parte de los adultos. Al proporcionar un ambiente compasivo y receptivo, podemos ayudar a los niños a navegar por el proceso de duelo y a encontrar formas saludables de enfrentar su pérdida.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por la licenciada Melanie Marianela Gentil Mateos.