«Queremos hacer historia»

En La Cantera Deportiva conversamos con Paula «Pula» Pedrozo, capitana de las Yaguaretés, selección argentina de rugby femenino, que acaba de conseguir la medalla plateada en el Challenger de Cracovia y la clasificación al Seven de Los Angeles. La jugadora habló sobre lo que se viene, su carrera y la capitanía, entre otras cosas.

El equipo ya se encuentra en la ciudad estadounidense preparándose para el campeonato. Entre torneo y torneo tuvieron algunos días de descanso para recuperarse «de los golpecitos que dejó la Challenger en Polonia», contó Paula. Al referirse a ese segundo puesto, la capitana destacó que, pese a que querían hacer historia ganando la medalla dorada, quedaron muy conformes con la plateada, que también les da «mucha seguridad para lo que viene».

En cuanto a la semifinal y la final, la vivieron con mucho nerviosismo. «El equipo de todas maneras ha mejorado un montón y eso te da mucha seguridad», afirmó Pedrozo sobre la victoria por 21-20 ante Tailandia. En la final cayeron por 21-7 contra Sudáfrica. No obstante, mejoraron el resultado que habían conseguido en la fase de grupos (22-0).  «Nosotras tuvimos la oportunidad de evaluar obviamente el partido con ellas, hacer algunos ajustes y, bueno, eso nos permitió obviamente achicar el tanteo», desarrolló la capitana argentina.

Asimismo, las Yaguaretés se encuentran en Los Angeles con sus primeros entrenamientos en la previa del torneo. Su objetivo es conseguir el ascenso. «Queremos realmente hacer historia, creo que estamos haciendo un trabajo extraordinario. Hemos tenido dos años muy exitosos de este nuevo proceso, a partir de que se sumaron Nahuel García y Facundo Salas. Queremos realmente jugar a otro nivel y eso obviamente que te lo da el roce», explicó «Pula» Pedrozo, y ponderó el trabajo grupal con la llegada de García y Salas: «Hablamos de que se hizo un trabajo muy humano, pudimos consolidar más el grupo fuera de la cancha. Eso nos unificó mucho más adentro. Hace que nosotras podamos entendernos de otra manera, tener mayor confianza».

Además, «a partir de hacer un entrenamiento mucho más específico, separando el entrenamiento de back, el de forward y poder tener una evaluación de las estadísticas, grupales tanto como personales, nos ayuda a hacer un foco mucho más certero», aclaró Pedrozo, quien luego agregó que eso las impulsó un montón, porque era lo que necesitaban.

Su carrera

Paula empezó a jugar al rugby a los 15 años en el Club Carayá RC de Dorado, Misiones, donde se crió y actualmente viven sus papás. «Son profesores de Educación Física, así que era parte de lo cotidiano hacer actividad física. Se juega mucho al básquet, al fútbol, al hockey en mi casa, así que obviamente tuve una base previa de básquet y me sirvió para este deporte que tiene destrezas individuales que te llevan a tener un éxito colectivo», contó Pedrozo.

A la selección llegó de la mano de Miguel Seró, oriundo de Misiones como ella. Ya la habían visto jugar cuando empezaba a los 15, 16 años. Seró vio sus condiciones en un torneo interno y le dijo que, apenas cumpliera los 18, la querían llevar para una concentración nacional. «Yo justo ese año fui a estudiar, así que dejé el rugby y, bueno, a los 19 volví y ni bien lo hice me invitaron a una concentración nacional», relató Pedrozo.

El equipo había quedado afuera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, por lo que estaban en un momento de renovación de plantel y pudo entrar. Eran distintas las cosas: «A partir del 2016 empecé a viajar, a conocer más lo que era el deporte en la selección argentina. Antes no tenía tanta difusión, era todo muy amateur, no se estilaba mucho ir al gimnasio, entonces era otra preparación física mucho más precaria. Empecé a aprender, a encaminarme y a conocer lo que es un poco más el camino al profesionalismo».

La capitanía y el grupo humano de la selección

Paula contó que en 2019 llegó a la capitanía por la lesión de Sofía González y llegó a un Panamericano en «un rol que desconocía totalmente». Tras un receso deportivo volvió a ser la capitana definitiva con el proceso de Nahuel García, a quien conocía desde hace tiempo porque había sido uno de sus primeros entrenadores en la selección. A partir de eso empezó a «aprender y crecer con el grupo».

«Se toma en serio la capitanía. Suele hacer charlas cortas motivacionales en las reuniones previas al torneo y se guarda lo que tiene para decir y compartir para el día anterior, cuando les entregan las camisetas. Ahí sí preparo, generalmente, un video y hago un discurso un poco más largo y, siempre antes de entrar a la cancha, también digo algunas palabritas como para que podamos todas ponernos en sintonía», afirmó la misionera.

Además, explicó que «a las chicas les sirve y que realmente lo esperan» y por eso asume esa responsabilidad «de poder contagiar y quizás darle la mano a una persona que está nerviosa, que está debutando». Su rol no pasa solo por lo que hacen en la cancha: «Nosotras tenemos muchas chicas jóvenes, entonces es constantemente un aprendizaje para todo el grupo cada vez que se suma una chica y tratamos de darle mucha contención».

Asimismo, contó que «ya encontramos nuestra manera, tenemos un ritual en el vestuario, normas de convivencia. Es como un grupo bastante organizado y obviamente que la base es el respeto». Es un grupo que se comunica entre ellos y que, de acuerdo a la capitana, también funciona por las diferencias de edades dado que «las más jóvenes respetan a las más grandes y eso se vuelve recíproco».

A su vez, describió cómo las ayudan durante las concentraciones, donde tienen un espacio donde trabajan con un psicólogo deportivo. Y si él no puede sumarse, son los entrenadores quienes organizan alguna actividad donde puedan interactuar entre ellas y también expresar qué piensa o que sienten respecto a una cosa en particular.

«Pula» también habló sobre las lesiones que sufrió recientemente: una fractura de peroné, una fractura de costilla y una de nariz. «Era la primera lesión grave, podría decirse, que había atravesado y llegó también en un momento de mi vida en la que uno empieza a crecer. Se empieza a visualizar un poco ya más afuera, entonces tratás como de encaminarte nuevamente para seguir sirviéndole al grupo, para seguir teniendo tus objetivos y superando, y fue algo que ha quedado por suerte en el pasado».

Por otra parte, Pedrozo sostuvo que hay un avance en el rugby femenino: «Se está normalizando mucho más ver jugar o hacer un deporte de tanto contacto. Antes las chicas no se animaban tanto. Teníamos muchas trabas, los padres no se animaban a dejarle jugar a las chicas. Y creo que hoy en día esa visión ha cambiado». Y luego agregó que hay «muchas más mujeres jugando a otro nivel, una base mucho más amplia, muchos más recursos y se destina mucho más plata para que esto también se impulse porque, lógicamente, que con simplemente las ganas no alcanza».

Las Yaguaretés disputarán el Seven de Los Angeles entre el sábado 3 y el domingo 4 de mayo. El 3 a las 11 de la mañana se enfrentarán a China, a las 13:45 horas jugarán contra Irlanda y luego cerrarán la primera fase el domingo a las 10 horas contra Sudáfrica.

 

 

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