Tres imperdibles animadas

No es un secreto que la animación es una forma de realización audiovisual que excede al mundo infantil. Clásicos como «Fritz el Gato» (1972) y «Akira» (1988), o producciones más contemporáneas como «Anomalisa» (2015) y «Perdí mi cuerpo» (2019) son un claro ejemplo de ello, ya que desarrollan temas relacionados a contextos sociales y culturales complejos donde, además, se exponen situaciones sexuales y conflictos psicológicos o emocionales intrincados.

Si sos uno de esos espectadores que disfruta de este tipo de películas, entonces las siguientes recomendaciones son para vos.

Cryptozoo (2021)

Escrita y dirigida por el ilustrador Dash Shaw, cuenta la historia de Lauren, una mujer que se dedica a la protección de seres fantásticos apoyada por la adinerada señora Amber, quien desea crear un parque temático en el que las criaturas puedan ser protegidas de la cacería humana y, al mismo tiempo, se pueda promover su existencia como una manifestación natural y extraordinaria de la naturaleza.

Precisamente, es en este punto de la descripción del argumento donde se gesta parte de los conflictos en la película, ya que se plantean cuestionamientos respecto a la explotación animal con fines de lucro, teniendo como excusa la protección de las especies, además de las dificultades que sostenemos los seres humanos para aceptar las diferencias entre pares en pos de construir sociedades más justas.

La animación está hecha a partir de capas de papel y recortes bidimensionales de imágenes pintadas con una técnica que bien podría ser la acuarela o el acrílico diluido. El resultado es de una profundidad menos realista -parecida a la de un dibujo “infantil”-, pero encantadora. No dejes de verla.

The Spine of the Night (2021)

Dirigida y escrita por Philip Gelatt y Morgan Galen King, está realizada con la técnica de la rotoscopía, en la que se dibuja sobre imágenes reales pregrabadas para adquirir mayor realismo y fluidez en los movimientos de los personajes, o para lograr efectos especiales de otro tipo.

La película narra la historia de una sacerdotisa del pantano llamada Tzod (Lucy Lawless), que es capturada por los lacayos de Lord Pyrantin (Patton Oswalt) con el fin de dominar sus tierras y acceder a los secretos relacionados a una flor azul incandescente, de cualidades mágicas, que ella porta como una prenda que cubre parte de su torso.

En el film se van intercalando periodos históricos en los que comprendemos el origen de la planta mágica y las consecuencias que su poder puede traer en las manos equivocadas. «The Spine of the Night» está inspirada en películas animadas como «Tygra: hielo y fuego» (1983) y «Heavy Metal» (1981), por lo que la fantasía, la aventura, las luchas cuerpo a cuerpo y el erotismo -esto último menos presente- se hacen notar. Recomendada.

Circumstantial Pleasures (2020)

Esta película dirigida por Lewis Klahr está compuesta por seis cortometrajes realizados entre el 2013 y el 2019 a partir de la técnica del collage. Las imágenes combinan la iconografía de la cultura pop con una composición artística que señala los efectos de la alienación producida por el capitalismo y la corrupción de los sistemas políticos internacionales, tales como la soledad y las enfermedades mentales. La producción está acompañada con una propuesta musical inquietante compuesta por Daniel Rosenboom, Tom Recchion y Scott Walker, que genera una atmósfera algo abrumadora para el espectador, pero que es perfecta para la mirada crítica del director. Excelente.

Las tres películas pueden ser vistas a través de los mares de libertad que proporcionan las redes del ciberespacio.