Este lunes, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que los países que le compren petróleo o gas a Venezuela recibirán un arancel extra de 25% al comerciar con el país que el magnate administra.
De esta forma, a partir del miércoles 2 de abril, la nación sudamericana se suma a Cuba al bloqueo que Estados Unidos lleva adelante desde hace décadas. Además, impondrá aranceles especiales por «enviar criminales» como los pertenecientes al Tren de Aragua, «designada recientemente como una organización terrorista», expresó Trump en su cuenta en Truth Social, plataforma que le pertenece. «Enviaron decenas de miles de criminales de alto nivel y otros delincuentes de manera malintencionada y fraudulenta», afirmó.
Al respecto, vale mencionar que hace una semana Trump envió 238 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador basado en una ley de 1798 que posibilita expulsar «enemigos extranjeros» sin juicio alguno, lo que fue señalado por Nicolás Maduro, su par sudamericano, como secuestro.
Curiosamente, sobre la comercialización de crudo, Estados Unidos se ubica después de China en la lista de los principales compradores a Venezuela, y por delante de España, Rusia y Singapur. Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos, el 68% del petróleo de exportación venezolana fue adquirido por la potencia asiática, principal «rival» económico y discursivo del Presidente, con una cifra de aproximadamente 500.000 barriles diarios.
De todas maneras, los anuncios de Trump podrían no llegar a buen puerto, si se consideran las previas imposiciones arancelarias hacia Canadá, México y la Unión Europea, que debieron retractarse de inmediato por las respuestas para gravar las exportaciones estadounidenses en esos mercados.