Un caso testigo

Acostumbrada a filmar personajes míticos (Gilda, Rodrigo, la propia Ada Falcón en codirección con Sergio Wolf), Lorena Muñoz emprende ahora con un caso que desnudó la impunidad del poder político de Catamarca en 1990, poniendo en evidencia los femicidios (todavía no se llamaban así) cometidos por «los hijos del poder» en la provincia feudo de los Saadi, amigos del entonces presidente Carlos Saúl Menem.

La víctima de turno fue María Soledad Morales, de entonces 17 años de edad, violada y drogada repetidas veces hasta fallecer en mitad de la «fiestita» organizada por Guillermo Luque (hijo del diputado provincial Ángel Luque) y sus secuaces.

El caso marcó un hito en la historia política argentina, primero por sus implicancias políticas (el poder provincial había tendido un manto de protección para evitar que la verdad saliera a la luz) y también porque marcó a fuego el primer caso de violencia de género (antes llamado delito sexual) que alcanzó trascendencia nacional.

De todo ello habla «María Soledad: El Fin del Silencio», documental narrado con pericia por su realizadora, quien vuelve a la provincia para reunirse con las compañeras de la víctima, 34 años después, en compañía de quienes va reconstruyendo la historia de estos graves sucesos que fueron reivindicados primero con «La Marcha del Silencio», liderada por la hermana Martha Pelloni, a cargo del colegio secundario en el que la adolescente cursaba sus estudios, y posteriormente con la realización de los dos juicios, que culminaron luego de siete años, con la condena a Guillermo Luque y Luis Tula, pareja de María Soledad, como partícipe secundario.

Afortunadamente, este documental fue realizado por una mujer, ya que se integra en él un recorrido por el creciente empoderamiento femenino que logró ganar las calles con sus reclamos de justicia y fin de los femicidios.

Hay un detenimiento también en algunos personajes clave, que mucho tuvieron que ver con el esclarecimiento de la verdad y cuyos testimonios perfilan esta propuesta: el fiscal Taranto a cargo de la acusación, por ejemplo, y la ya mencionada hermana Pelloni.