La democracia se sigue afirmando en Latinoamérica. Una vez más Chile, tras la dictadura de Pinochet, volvió a las urnas para elegir a su presidente. Y así como en Argentina estamos celebrando nuestros 30 años ininterrumpidos de gobiernos democráticos, del otro lado de la cordillera ya llevan 6 elecciones presidenciales tras el fin del gobierno militar.
Las encuestas daban que, a pesar de una gran ventaja para Michelle Bachelet, tendría que enfrentarse en una segunda vuelta con Evelyn Matthei. Y así será.
Ahora todas las miradas se dirigen a estos dos últimos contendientes, ya que sus votantes pueden definir el destino de la presidencia chilena el próximo 15 de diciembre, fecha estipulada para el ballotage.
De triunfar Bachelet agregaría una hoja más a las que ya escribió en la historia política del país vecino. Fue la primera mujer en ocupar el Ministerio de Defensa, luego la primera presidente y volvería al Palacio de la Moneda menos que una década después de terminar su mandato.
Tras conocerse los resultados, Bachelet dijo a sus seguidores: “Aquí no hay dos lecturas. Hemos ganado la elección y lo hicimos con una amplia mayoría. Para que Chile sea el país moderno, solidario y justo que queremos. Sabíamos que el desafío de ganar en primera vuelta era complejo. Ganamos esta noche y vamos a ganar el 15 de diciembre”.
Las propuestas de Bachelet de realizar una reforma educativa, tributaria y constitucional sedujeron a muchos chilenos que no sienten que el ingreso de dinero que genera la explotación de los recursos naturales los beneficie. Al respecto, la expresidente expresó: “Han votado por una educación gratuita y de calidad, el fin del lucro, por una reforma tributaria, para hacer un cambio al sistema educativo y de salud. Quieren una nueva Constitución que consagre nuestros derechos. En un mes más, Chile votará por dos modelos de país: el cambio o el continuismo”.
Tanto Marco Enríquez Ominani como Franco Parisi dejaron en claro sus posiciones para la segunda vuelta. El primero dijo que Bachelet triunfó y que fue una buena candidata. “No hay ninguna posibilidad de que gane la derecha”, señaló el candidato del Partido Progresista. Asimismo, manifestó su alegría por el hecho de que los exdirigentes estudiantiles como Camila Vallejo ganaran bancas y se sumaran al proyecto de Bachelet. Igualmente, aclaró que “su” candidata era la Asamblea Constituyente y que él no llamaba a votar por la Nueva Mayoría. Parisi calificó a Matthei de “señora mala” y vaticinó que “Bachelet va a ser la presidenta”. El mismo aseguró que no va a ir a votar en diciembre. Recordemos que por primera vez las elecciones en Chile tienen carácter voluntario.
Coincidencias entre las dos candidatas
La desigualdad chilena
Todos los analistas coinciden en que la gran tarea que deberá enfrentar el nuevo presidente será la distribución más equitativa de la riqueza. Si bien ha tenido un fuerte crecimiento en los últimos años gracias a la explotación del cobre y con un PBI que se incrementó en más de un 5 por ciento anual, de acuerdo a estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), Chile ostenta el mayor índice de desigualdad social del grupo de países que lo integran.
Mientras que el 1% más rico acumula el 31,5 por ciento de los ingresos, la mitad de la población tiene ingresos menores a los 500 dólares, apenas suficientes para costear las necesidades básicas.
Las mujeres en el poder
América Latina, la primera región del mundo en la que una mujer accedió a la presidencia de su país, contará a partir de marzo con por lo menos cuatro jefas de Estado, gane quien gane la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile.
Los dos países más grandes de la región, Argentina y Brasil, son gobernados por Cristina Kirchner y Dilma Rousseff. Mientras que Cristina Kirchner va por su segundo mandato iniciado en 2011, Rousseff todavía no ha decidido si buscará su reelección.
La presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, en mayo traspasará el mando al ganador de las elecciones del 2 de febrero próximo.