Universo litoral

Franco González y Demián Santander son los directores que en el año 2013 presentaron una película llamada «UAHAT, el padre río negado a sus hijos», que se centraba en el reclamo de los habitantes del Chaco salteño por el reparto igualitario de las virtudes del Río Pilcomayo. En esta nueva entrega, titulada «La Creciente», nuevamente presentan un río y un mundo isleño. En el contexto que nos rodea en la actualidad, el estreno comercial de la película se realiza a través de la plataforma de CINEAR, donde se puede ver de forma libre y gratuita.

Matía (Cristian Salguero) escapa a unas islas del Río Paraná para intentar rearmar su vida. Llega a un territorio de hostilidades, donde el carácter de los lugareños conlleva mucha dureza y los machetes son como una extensión de los brazos. Matía comienza a trabajar con «el correntino» (Héctor Bordoni), hombre de temer, con el cual el vínculo se tensa cada vez más. Mientras tanto, todos esperan la inminente crecida del río que se lleva lo que alcanza.

Sobre el surgimiento de esta historia, Franco González nos comenta: «Hace más de 7 u 8 años donde empieza este proyecto, surge de estas ganas de narrar el paisaje cultural que son las Islas del Paraná. Yo soy de San Pedro, provincia de Buenos Aires, y hay un poco de esto de querer reconectar con ese ambiente del que uno se fue muy de joven y después vuelve esporádicamente».

Cristian Salguero va y viene entre la dureza y la picardía, que no sabemos si lo va a ayudar a transitar en la oscuridad y la dureza. «Trabajamos en terrenos muy hostiles, hermosos y verdaderos, yo conocí a la gente que vivía ahí, me comuniqué y formé amistades, los observé en sus hábitos, modos, los estudié y lo repetí, ellos y los directores construyeron el personaje, tuve que conseguir el personaje en el terreno», nos cuenta el actor. También están en la película Mercedes Burgos y Facundo Aquinos, con los personajes más pequeños pero construidos con la misma atención en el carácter y la densidad.

Sobre la construcción del personaje, Cristian Salguero añade: «Yo venía en paralelo de construir mi personaje para ‘Un Gallo para Esculapio’ y, de un día para el otro, tenía que construir a Matía. Entonces permití que los directores formaran el personaje de Matía para que no dejen que se escapara hacia otros personajes míos», y concluye que «fue lo más real que vi hasta ahora entre varios trabajos que tuve, a mí me gusta contar historias reales y que se parezcan a la realidad, que sea gustoso de ver y creíble».

Sobre el rodaje, pudimos conversar con Demián Santander, quien nos contó específicamente sobre las complicaciones a la hora de filmar en un espacio tan particular. «Fue en las islas enfrente de San Pedro. Además elegimos el invierno para grabar porque necesitábamos dramáticamente y fotográficamente la crudeza. Y luego teníamos la dificultad de que el 90% de las escenas se grabaron en exterior y debíamos cruzar el río todos los días hacia las locaciones, necesitábamos mucho que el clima esté de nuestro lado».

Sobre el vínculo del río entre sus películas, Franco González añade: «No podemos decir que es casualidad, ni tampoco que tiene una causa consecuencia muy lógica, pero sí creo que a las obras de la productora (Un Viaje) las une grabar en exteriores, nada citadino, nada urbano. Nuestra primera película («Rodríguez») era una road movie que grabamos por Entre Ríos, Corrientes y Misiones, y termina en las Cataratas del Iguazú. Y en la próxima que estamos pensando también hay agua y exteriores. No hemos reflexionado mucho sobre esto pero hay algo que brota que va hacia ese lado».