Uruguay al mando de la OEA

A partir del 26 de mayo la Organización de Estados Americanos (OEA) tendrá un nuevo Secretario General. Será el excanciller uruguayo Luis Almagro, quien recibió una abrumadora mayoría de votos: 33 sobre un total de 34. El restante sufragio fue una abstención. De esta manera, Almagro reemplaza al chileno José Miguel Insulza y estará en el nuevo cargo durante 5 años.
Almagro, quien actualmente es senador en Uruguay por el Frente Amplio, manifestó que acepta «esta responsabilidad con humildad, de quien sabe que el éxito de mi labor solo será tangible si al final de mi mandato podemos decir con certeza que la OEA colaboró para que más americanos vivan en paz, con más democracia, más derechos humanos, más seguridad y más prosperidad, que existan cada vez más derechos para cada vez más americanos».
El Secretario General electo tiene 51 años, está casado y tiene siete hijos. Además de español, habla inglés y francés, y es abogado. A lo largo de su carrera profesional fue embajador en la República Popular China durante cinco años y ocupó puestos diplomáticos en la cancillería uruguaya y en las representaciones diplomáticas de su país en Alemania e Irán. Finalmente ocupó el cargo de canciller uruguayo hasta marzo de este año, cuando asumió su senaduría.
En su discurso inaugural tras ser electo, Almagro señaló que abogará porque la OEA trabaje por los intereses de las mil millones de personas que habitan el continente americano con el pragmatismo, la búsqueda de la unidad y la solidaridad como ejes de su gestión.
También afirmó que mantendrá trato y relaciones con todos los países de la región y aseguró que «llegó la hora de ponerle fin a fragmentaciones innecesarias. A partir del 26 de mayo y como Secretario General de la OEA, mi esfuerzo estará centrado en hacer de la Organización un instrumento útil a los intereses de todos los americanos, sean ellos del centro, sur, norte o del Caribe».
Almagro llega a la conducción del organismo regional en una situación de crisis, en momento en que se encuentra dividido por cuestiones ideológicas y al borde de problemas financieros. Al respecto, indicó que no dejará de bregar por lograr el consenso regional. «A ustedes, como representantes de los pueblos de las Américas, me debo, y les agradezco su voto de confianza. En mí encontrarán un incansable luchador por la unidad americana, más preocupado en buscar soluciones prácticas duraderas a los problemas de nuestra región que por la retórica y la estridencia en las declaraciones guiadas por una u otra ideología».
Por otra parte, consideró importante darle un nuevo régimen al organismo internacional y avanzar hacia el futuro. «Soy un convencido que el tiempo de una OEA discursiva, burocrática, alejada de las preocupaciones de los pueblos americanos, anclada en los paradigmas del pasado, está definitivamente dando paso a una OEA del Siglo XXI. No me interesa ser el administrador de la crisis de la OEA, sino el facilitador de su renovación», sostuvo el funcionario.
Además, convocó a la unidad regional. «América ha estado dividida por mucho tiempo, por demasiado tiempo», expresó y señaló que durante su campaña por la Secretaría General se convirtió en un ser «más americano y menos local».
Una de las primeras ocasiones formales que tendrá Almagro para mostrar las características de su mandato será la VII Cumbre de las Américas, prevista para los días 10 y 11 de abril en Panamá. Si bien no habrá asumido todavía de manera formal su cargo, Almagro adelantó que armará un equipo de transición con miras a esa reunión a la que calificó de «histórica para avanzar a un hemisferio sin exclusiones, a partir de la presencia de Cuba en el ámbito interamericano por primera vez en décadas».
Almagro expresó que otro de los objetivos de su mandato será dotar al organismo de una visión estratégica y subrayó su idea de colocar a la OEA a la altura de los desafíos del Siglo XXI. «Nos toca darle un empujón de realismo a la OEA y hay que hacer todo lo mejor posible, aquello que nadie puede articular mejor que esta Organización: un diálogo político con resultados tangibles en áreas claves para la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo integral de las Américas», sostuvo.
Finalmente, dijo que tiene la intención de conformar una «Escuela de Gobierno» con el objetivo de contribuir a la formación de los cuadros del sector público y la sociedad civil, «dotándolos de herramientas para el buen gobierno, la transparencia, rendición de cuentas y articulación de consensos» y para solucionar o evitar los conflictos sociales. Otros aspectos a los que se dedicará esta escuela serán la prevención y gestión de desastres naturales en el Caribe y Centroamérica, la interconectividad en el Caribe y la conformación de una Red Panamericana sobre Calidad de la Educación.